Un grupo de opositores en huelga de hambre acudió hoy a la Embajada de Brasil en Caracas para pedir a la presidenta de ese país, Dilma Rousseff, que fije una posición sobre la situación de Venezuela luego de que un grupo de senadores brasileños intentara, sin éxito, visitar a los políticos presos.
«Presidenta Dilma Rousseff es momento de fijar posición, es momento de hablar claro con lo que pasa en la región, ya una comisión de senadores oficiales fueron maltratados, fueron agredidos, no se puede dar la espalda con lo que ocurre», dijo a los periodistas el diputado del partido Voluntad Popular (VP) Juan Guaido frente a la sede diplomática.
«Brasil tiene mucho que decir al respecto, Brasil tiene mucho que hacer al respeto», afirmó el parlamentario opositor que encabezó un grupo de 18 miembros de VP, en huelga de hambre desde hace más de una semana respaldando una protesta iniciada por el líder del partido, Leopoldo López el pasado 24 de mayo.
Los huelguistas acudieron a la sede de la embajada para entregar un documento dirigido a un grupo de senadores brasileños que estuvo ayer en Venezuela con la intención de visitar a los opositores en prisión, pero que no lograron llegar mucho más allá del aeropuerto.
Según Guaido, con los percances vividos por los parlamentarios brasileños para intentar llegar a Caracas, «el régimen (del presidente venezolano Nicolás Maduro) se encargó en primera persona de narrar, hacerle testimonio vivo de lo que vive Venezuela día a día».
«Este régimen ya no cuida forma», aseguró y comparó la infructuosa visita de los senadores de Brasil con una de varios días realizada por el presidente del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello y en la que logró reunirse con Rousseff.
Los miembros del Senado de Brasil aseguraron ayer que la camioneta que intentó trasladarles del aeropuerto a la capital venezolana fue bloqueada por simpatizantes del chavismo, que rodearon el vehículo y golpearon los cristales con modos amenazadores.
EFE