Venezuela comenzó la Copa América con una destacada actuación frente a su primer rival, Colombia, que desempolvó las esperanzas y dejó abiertas todas las expectativas de ver a la mejor selección vinotinto en competición oficial, por lo exhibido en el campo: orden táctico, concentración, disciplina y oficio, añadido al nivel técnico de sus jugadores.
Cuando el delantero José Salomón Rondón perforó el arco de David Ospina materializó el juego mostrado durante largos 59 minutos en los que, a pesar del dominio, Venezuela no conseguía la puerta rival con eficiencia. El 1-0 frente a los cafeteros permitió los primeros tres puntos. El triunfo coronaba un inmejorable estreno del técnico, Noel Sanvicente, en competencia oficial y la quinta victoria histórica en Copa América.
«Sabíamos que Venezuela iba a hacer algo así y que Venezuela quería meternos en su juego y les salió al final. Venezuela cerró bien los espacios y no encontramos la manera de llegar para anotar, y al final perdimos el partido», dijo el colombiano Ospina al finalizar ese partido.
Llegó el enfrentamiento contra Perú, en la segunda jornada correspondiente al Grupo C, y Venezuela evidenció problemas de efectividad en los últimos tres cuartos de cancha, donde la oncena de Sanvicente no logró ser contundente.
En el minuto 29, el zaguero venezolano Fernando Amorebieta fue expulsado del partido tras pisar en la carrera al delantero peruano Paolo Guerrero. La sanción le cambió la cara al partido. La ventaja numérica se evidenció desde comienzos del segundo tiempo y Venezuela no pudo sacudirse de la ofensiva peruana.
En la fracción 71, el delantero inca Claudio Pizarro aprovechó un balón dentro del área venezolana y disparó al arco con su pierna zurda para poner a los peruanos en la delantera (1-0). La Vinotinto no logró emparejar el marcador y con esa derrota a cuestas enfrentaría a Brasil, apurada en lograr el resultado que la metiera en cuartos de final.
Contra Brasil la desdicha venezolana llegó en el minuto 8, con el remate de Thiago Silva, que abrió el marcador. El gol descompuso un tanto a la Vinotinto, que no reaccionó sino a finales del primer tiempo, minutos en los que logró tener el dominio del partido.
Ya en el complemento, Venezuela sacó lo mejor de sí y logró poner a Brasil en varios apuros, pero cuando mejor jugaba llegó el segundo tanto amazónico, por intermedio de Roberto Filmino (2-0).
El descuento venezolano llegó al fin en el minuto 84, tras un tiro libre cobrado por Juan Arango que paró el portero y pegó en el palo izquierdo, dio un rebote que remató Miku Fedor. El descuento dejó en desparpajo a los brasileños (2-1) y Venezuela terminó acorrolando a Brasil en busca del empate, pero el tiempo no le alcanzó.
Las palabras del capitán, Juan Arango, al final del partido resumen el sentimiento que quedó después de la derrota y la eliminación de la Copa, que dejó la sensación de que se pudo haber conseguido mucho más.
“Cuando ves a un Brasil en los últimos minutos con cuatro centrales, con dos contención y los demás defendiendo y tirando pelotazos, te vas con la cabeza muy en alto”, expresó el capitán Arango a la agencia Reuters.
Y añadió: “Faltó contundencia, porque creo que las ocasiones las tuvimos. Pero ya no hay vuelta atrás, estamos eliminados y ahora a pensar en las eliminatorias (para la Copa del Mundo de 2018) y en la Copa América que viene”.
Arango dijo estar contento por esta generación, en la que hay grandes jugadores. «Se está trabajando bien, obviamente que hay que mejorar algunos detalles, pero la selección está para grandes cosas”.
Para el técnico Sanvicente los partidos se ganan con goles y «no fuimos claros en los últimos metros con Brasil».
El estratega consideró que el origen de la eliminación venezolana fue el resultado del partido contra Perú tras la expulsión del lateral zurdo Fernando Amorebieta, que inclinó la balanza hacia los rojiblancos.
«La expulsión en el partido contra Perú nos hizo mucho daño», declaró el técnico a la agencia EFE.
Por su parte, Dunga, técnico de Brasil, elogió el orden defensivo de Venezuela, así como las «grandes defensas» del portero Alain Baroja y el poder ofensivo con el balón aéreo con Salomón Rondón y Juan Arango, de quien dijo «pone el balón como si fuera con la mano».