La selección de Venezuela se despidió de la Copa América con la cabeza alta, pero con lamentos por la expulsión de Fernando Amorebieta ante Perú, que ha resultado clave en la eliminación prematura del equipo Vinotinto.
Venezuela se marchó de la Copa con tres puntos en dos partidos, al haber ganado en su debut ante Colombia por 0-1, mientras que a continuación perdió contra Perú por el mismo resultado y contra Brasil por 2-1 en el último encuentro de la fase de grupos.
Tanto en el partido ganado ante Colombia como en el perdido con Brasil, Venezuela ratificó la tendencia que se inició hace casi una década, cuando dejó definitivamente de ser una modesta comparsa en el panorama del fútbol sudamericano para convertirse en protagonista de la Copa a la misma altura que los restantes contendientes.
Sin embargo, en esta edición de la Copa, el conjunto que dirige Noel Sanvicente pagó muy caros los sesenta minutos de fútbol que jugó en inferioridad numérica ante Perú.
Al haber ganado a Colombia en el primer encuentro, los venezolanos afrontaron el segundo con la posibilidad de, con una segunda victoria, clasificarse para los cuartos de final y en los primeros minutos del partido mostraron argumentos para lograr su objetivo.
La expulsión de Amorebieta, por un pisotón tan claro e inevitable como poco intencionado, echó por tierra las expectativas venezolanas.
Aunque el equipo aguantó bien durante muchos minutos ante Perú, al final recibió un gol que ha sido letal, justo cuando las fuerzas ya empezaban a flaquear.
Este marcador y la paridad del grupo (cuádruple empate a tres puntos tras la segunda jornada) obligaba a ganar a Brasil en la última fecha o a especular con empates casi rocambolescos para acceder a cuartos.
Venezuela jugó bien, pero perdió. Agobió a Brasil en los minutos finales del encuentro, pero no empató y la derrota le envió a casa tras haber ofrecido en la Copa mejores sensaciones que alguna de las selecciones que han encontrado el premio de la clasificación para cuartos de final.
En el equipo venezolano se destacó la consistencia de sus centrales Oswaldo Vizcarrondo y Andrés Túñez, el trabajo incansable de Tomás Rincón por delante de la zaga y la capacidad de creación y destrucción del resto de los habituales en la línea medular: Tomás Rincón, Luis Manuel Seijas, Franklin Lucena y Ronald Vargas.
La aportación de Juan Arango a sus 35 años y en su sexta Copa América todavía es fundamental para el equipo y a ella se une la implicación, el desgaste y la capacidad de José Salomón Rondón en ataque.
Del delantero del Zénit ruso fue uno de los dos goles del equipo en la Copa, mientras que el otro lo logró Nicolas Fedor ‘Miku’.
La principal conclusión del torneo para el fútbol de Venezuela es, al margen de la ratificación una vez más de que el equipo no es menos que nadie, que la selección tiene posibilidades de cara a las eliminatorias en las que a partir de octubre buscará la primera clasificación de su historia para un Mundial.
Con cuatro plazas y una repesca, las opciones están ahí, aunque ahora lo que más pesa es la frustración por la eliminación en un torneo en el que el conjunto de Noel Sanvicente vio frustrado su objetivo de repetir el cuarto puesto alcanzado hace cuatro años en tierras argentinas. EFE