La mujer fue liberada tras permanecer 58 días en prisión y sigue procesada por faltar al deber del debido cuidado y acusada de complicidad en la violación. Sin embargo, ella asegura ser inocente de esos cargos.
Elba Núñez de Comité de América Latina y el Caribe para a Defensa de los derechos de las mujeres (CLADEM) dijo a CNN que «ella misma denunció el abuso del padrastro en enero de 2014, y el Ministerio Público —tras hacerle ver a la niña por una psicóloga— desestimó la causa en agosto de ese mismo año. Además fue ella quien le llevó a la niña a cuatro hospitales cuando sentía mal y su abdomen empezó a crecer, hasta que finalmente en mayo le dieron el diagnostico de embarazo».
La niña embarazada fue bautizada por las organizaciones de Derechos Humanos como «Mainumby», que es un pajarito silvestre en idioma guaraní.
Varias organizaciones están abogando por el bienestar de la pequeña y han solicitado incluso intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, organismo que ya ordenó medidas cautelares al gobierno de Paraguay.
El gobierno rechazó estas medidas, que incluían que la niña sea estudiada por especialistas de la Organización Mundial de la Salud porque expertos internacionales ya habían advertido que debido a su corta edad, bajo peso y estatura, el embarazo podía poner en riesgo su vida.
La madre de «Mainumby» solicitó este martes poder ver a su hija en forma irrestricta, ya que actualmente tiene un régimen judicial que le permite verla solo dos veces por semana. La pequeña está en un albergue de la Cruz Roja, según el Ministerio de Salud, bajo estrictos cuidados médicos.
La menor actualmente tiene 30 semanas de gestación.