El despegue del avión Solar Impulse II, previsto esta madrugada desde Japón hacia la isla de Hawái (EEUU), fue pospuesto a última hora por las condiciones meteorológicas adversas, sin que de momento haya una fecha para retomar la vuelta al mundo del aparato.
Estaba previsto que el avión que vuela propulsado únicamente por energía solar partiera desde el aeropuerto de Nagoya (centro de Japón) a las 17.30 GMT (2.30 hora local del miércoles), para un complicado trayecto sobre el Pacífico de cinco días y cinco noches.
Se trata de un nuevo contratiempo en la vuelta al mundo del prototipo, que lleva semanas en el aeropuerto japonés, donde ha sido sometido a una serie de pruebas antes de iniciar la nueva etapa de su histórico viaje.
La “aventura solar” del aparato pretende marcar un hito histórico: recorrer 35.000 kilómetros sin emplear una sola gota de combustible sólido, propulsado por la energía solar.
El pasado 1 de junio el avión, que había despegado desde la ciudad china de Nankín el día anterior, se vio obligado a modificar su travesía hasta Hawai y a desviarse a Nagoya por las malas condiciones meteorológicas.
La travesía sobre el Pacífico es considerada la etapa más difícil del recorrido del avión por la inestabilidad meteorológica y la gran distancia del vuelo, que supera a la suma de los seis trayectos anteriores y supondría un nuevo récord de distancia para la aeronave.
El avión inició su periplo el 9 de marzo en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) y a sus mandos se han turnado los pilotos suizos André Borschberg y Bertrand Piccard, fundadores del proyecto Solar Impulse, que pretende concienciar sobre el uso de “tecnologías limpias y eficientes” frente a los contaminantes combustibles tradicionales.
Hoy, cuando Borschberg estaba ya a los mandos del aparato en Nagoya, se abortó a última hora su despegue, mientras Piccard seguía el procedimiento desde un centro de control en Mónaco, con presencia del príncipe Alberto II.
Según explicó Piccard, las condiciones meteorológicas no eran propicias en ese momento, debido a vientos más fuertes de lo esperado, y por seguridad se decidió dejar en tierra el avión.
El Solar Impulse II, que se alimenta con más de 17.000 células solares, afronta el reto de completar la vuelta al mundo en doce etapas, que han incluido hasta el momento escalas en Mascate (Omán), Ahmedabad y Benarés (India), Mandalay (Birmania), Chongqing y Nankín (China), y en las que ha recorrido más de 6.000 kilómetros.
Es el segundo prototipo después de que un primer aparato, más leve y menos potente, realizase su primer vuelo en 2010 y lograse entonces viajar 26 horas seguidas, cruzando Estados Unidos de costa a costa en cinco etapas.
El Solar Impulse II cuenta con unas enormes “alas” de 72 metros de envergadura -las de un Boeing 747 Jumbo miden 68,5 metros-, su peso ronda los 2.300 kilogramos y tiene una autonomía de hasta cinco noches y cinco días.
La velocidad máxima a la que el avión puede volar es de 90 kilómetros/hora al nivel del mar y de 140 kilómetros/hora a su altitud máxima, 8.500 metros.
La cabina tiene un volumen de 3,8 metros cuadrados, suficientes para almacenar el oxígeno, la comida, el agua, el paracaídas y el resto del equipamiento necesario para el piloto, y cuenta con un asiento ergonómico que se reclina de forma que su ocupante pueda sentarse, estirarse e incluso hacer ejercicio.
Fuente: EFE