Afuera de las morgues de la ciudad hay cadáveres cubiertos de moscas. En el interior, también se amontonan.
Los hospitales están desbordados, contando con los voluntarios y donantes para hielo,agua e incluso camas de repuesto.
Hospitales y morgues saturados
En Centro Médico Jinnah Post Graduate, en Karachi, un flujo constante de víctimas que sufren de deshidratación y víctimas de accidentes cerebrovasculares elevaron los números más allá de su capacidad.
Los abrumados médicos y enfermeras hacen lo que pueden. El hospital ha atendido a más de 7.000 personas en los últimos cuatro días.
Pero con suministros limitados, el hospital administrado por el gobierno se apoya en voluntarios y donantes, incluso para las necesidades básicas, dicen.
Familiares atienden a muchos de los pacientes, secándoles la frente con esponjas y tratando de mantenerlos frescos con toallas húmedas y sucias.
«Me sentía débil y mi corazón se hundió», dijo un anciano a CNN.
En la morgue Edhi, también en Karachi, la situación es aún peor.
El olor es insoportable y los frecuentes cortes de energía de las redes eléctricas impiden controlar la temperatura adecuada en la hacinada instalación.
Un cartel escrito a mano fuera dice que la morgue ya no tiene capacidad.
Una brutal ola de calor
La ciudad suele ser muy calurosa en esta época del año, justo antes de las lluvias del monzón que traen un bienvenido alivio.
Pero la ola de calor de este año ha sido particularmente brutal.
Comenzó el viernes. El sábado, las temperaturas alcanzaron los 44,8 grados centígrados, la temperatura más alta registrada en el país en los últimos 15 años.
El domingo se redujo ligeramente a 42,5 grados.
Se espera que las temperaturas bajen en los últimos días de la semana.
Las obligaciones Ramadán añaden presión
Los ciudadanos de este país predominantemente musulmán están celebrando el Ramadán, el mes sagrado cuando fieles musulmanes en todo el mundo ayunan desde el amanecer hasta la puesta del sol.
Esto significa que, en medio de estas altas temperaturas, los pakistaníes están sin agua y comida durante el día.
Para empeorar las cosas, Karachi está lidiando con frecuentes cortes de energía, ya que las redes eléctricas no son capaces de seguir el ritmo de la demanda en una ciudad de 20 millones de habitantes.
El mes pasado, una ola de calor azotó la India, causando la muerte de más de 1.000 personas en una semana