Si has tomado el bus alguna vez, esto te interesa –también te va a asustar.
En tu habitual viajar dentro de estos vehículos de transporte masivo seguramente habrás notado muchos detalles que dejan mucho que desear. El bus es ruidoso, generalmente tiene olores extraños, y unos diseños interiores son tan particulares que parecen sacados de los años 80.
Se podría decir que los encargados de adornar los buses tienen muy mal gusto pero en realidad saben lo que hacen, especialmente cuando se trata de los asientos. Esos asientos con patrones y texturas súper bulliciosas tienen como objetivo cubrir la cojineria pero más que todo cubrir la suciedad.
Con una prueba muy sencilla el autor del video abajo demuestra que tan cargado de mugre puede estar uno de estos asientos en los que te sientas a diario.
A martillazos sale a relucir la verdad –literalmente.