«En nuestro país se despertaron la sabiduría y las ganas de estudiar y de ser útil para la patria», enfatizó.
Además, la Misión ha contribuido con el desarrollo de proyectos productivos en el área textil, artesanía, turismo y gastronomía criolla, entre otras, para lograr la inclusión socioproductiva de los estudiantes.
En Aragua, en el centro-norte del país, se han entregado más de tres millones de bolívares desde 2009, para impulsar nuevas unidades productivas a cargo de los propios estudiantes. Unos 38 proyectos de este tipo están activos en los municipios Girardot, Mariño, Linares Alcántara, Bolívar, Camatagua y Mario Briceño Iragorry.
Con el método cubano Yo sí puedo, este plan social instruye a quienes no saben leer ni escribir, en una primera fase. Una vez superada esta etapa, comienza la denominada Batalla por el 6to grado, en Robinson 2.
En el estado, actualmente 2.170 personas son instruidas en la misión, en 425 ambientes de aprendizaje, con igual número de facilitadores.
«Es una satisfacción muy grande llegar a la puerta de alguien y sentir que tiene deseos y la voluntad de estudiar, sin importar la edad o condición social», manifestó Pérez.
Bajo el plan de becas hay 800 aragüeños, que reciben un incentivo económico por tratarse de personas en pobreza extrema.
Otro de los componentes de la misión es el Fondo de Apoyo Solidario (FAS), creado en 2004 por mandato presidencial, con la finalidad de brindar apoyo integral a los misioneros, coordinadores, facilitadores y familiares directos en materia de salud y asistencia social.
La coordinadora de la misión en Aragua destacó que desde 2008 se han favorecido 1.400 personas mediante este plan, por un total de 2,3 millones de bolívares, para intervenciones quirúrgicas y medicinas.
En alianza con otros organismos, las comunidades y Bases de Misiones, atienden a jóvenes y adultos con discapacidad, así como a personas recluidas en centros penitenciarios.
La Misión Robinson, creada el 1° de julio de 2003 por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, lleva ese nombre por el seudónimo que utilizó Simón Rodríguez, el maestro del Libertador.