Después de que los acreedores decidieran no negociar más con Grecia hasta el referéndum del domingo, la campaña electoral arrancó de facto este jueves con un Gobierno griego en campaña por el ‘no’ y que podría dimitir si pierde.
El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, declaró que el gobierno de Syriza podría dimitir si en el referéndum gana el ‘sí’ a las propuestas de los acreedores internacionales.
«Podríamos dimitir, pero lo haremos con un espíritu de cooperación con los que tomarán el relevo», dijo Varufakis, quien afirmó que «dejará de ser» ministro si el ‘sí’ se impone.
Los mercados internacionales y los acreedores del país ?Fondo Monetario internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea? esperan expectantes el resultado del referéndum, que podría suponer el fin del Ejecutivo dirigido por Alexis Tsipras si gana el ‘sí’, o empujar a Grecia fuera del euro, con consecuencias imprevisibles para toda la región.
Mientras tanto, los ciudadanos griegos cumplen su cuarto día de control de capitales, cierre de bancos y límites al retirada de efectivo (60 euros diarios), lo que añade aún más dificultades a las que han dejado ya cinco años de recesión.
– El sentido de un referéndum –
Para Atenas, el objetivo del referéndum es que el pueblo rechace las «duras» condiciones impuestas por los acreedores del país, lo que será «un paso decisivo hacia un acuerdo mejor», según Tsipras.
En cambio para muchos líderes de la UE, el sentido de la consulta es clara: se trata de saber si Grecia quiere o no permanecer en el euro.
Por eso sus consecuencias son juzgadas de forma muy diferente. Para Varufakis, «si gana el no, como recomendamos al pueblo griego, comenzaremos de inmediato a negociar y, créame, habrá un acuerdo sobre bases muy diferentes a las de las instituciones» acreedoras, declaró este jueves a la cadena Bloomberg.
Una visión muy diferente tiene el presidente francés, François Hollande, pese a ser uno de los ‘comprensivos’ en las negociaciones con Atenas. «Si gana el sí, la negociación podrá fácilmente efectuarse. Si es el no, entramos en lo desconocido», dijo este jueves desde Benin.
«En caso de ‘no’ (…), la situación será muy difícil para Grecia (…), los problemas económicos serán más importantes y un [nuevo] programa de ayuda mucho más difícil de implantar» advirtió por su lado Jeroen Dijsselbloem. presidente del Eurogrupo. Si los griegos no están dispuestos a aceptar «medidas desagradables (…) no hay ninguna base para un nuevo programa de ayuda, y la cuestión será saber si existe una base para que Grecia esté en la zona euro» añadió.
El martes, Grecia entró en suspensión de pagos con el FMI al no poder hacer frente a un vencimiento de 1.500 millones de euros con esta institución. Atenas, con grandes problemas de liquidez al no recibir apoyo financiero de sus acreedores desde hace cinco meses, tiene pendiente otro pago de 3.500 millones de euros con el BCE el 20 de julio.
Según una encuesta publicada el miércoles por la prensa griega, el ‘no’ era ganador aunque ha perdido fuerza desde que se implementara el lunes pasado el corralito en el país. La relación entre el ‘no’ y el ‘sí’ ha pasado de 57%-30% a 46%-30%, con numerosos indecisos. Y otro sondeo oficioso divulgado por las redes sociales, le daba una leve victoria al ‘sí’.
AFP