Acuérdense del trato que han recibido todos los que han mancillado a su pueblo y se han burlado de sus leyes y reglamentos, es verdad que han sido reyes poderosos por años, pero después le cae el desprecio y la burla de los ciudadanos de su pueblo
Conversando con Miguel Rodríguez, le escuché decir: “El poder y el dinero son efímeros, pero la conciencia es eterna”. Ya sentado en mi mesa de trabajo me puse a pensar y a definir lo expresado por Rodríguez y sentí que mi “¿Y qué..?” de esta semana debía dedicárselo a tan profundo pensamiento.
Cuántas veces hemos visto a amigos (a), compañeros (a) de estudios y hasta familiares ser víctimas de su propia destrucción, ya que habiendo tenido poder y dinero no se dieron cuenta que lo que más le debía haber importado eran los seres que compartían con él su diario vivir y una vez acabado su tiempo y no habiendo cuidado el patrimonio que les había ofrecido la vida, hoy se encuentran solos y desilusionados, y ahora que no tenían ni poder ni dinero, pretenden tener relaciones de afecto con todos aquellos que fueron víctimas de sus desafueros, ofensas, desprecios y vejaciones, pensando que eran los reyes del mundo. No entendieron que la dignidad es el suplemento que reactiva la conciencia, esa que supieron perdida cuando ya sin dinero y sin poder, son rechazados por la sociedad donde viven.
Es importante destacar que se podrán comprar hombres indignos y sin conciencia y ellos sabrán aprovecharse de ese idiota que no entendió que el vivir era un compendio de valores y de norma que todo ser humano debe mantener, y lo peor es que hoy puede experimentar todo lo que dijo e hizo en el camino de una riqueza y de un poder prestado.
Ojala que estas reflexiones pudieran ser leídas por esos funcionarios que hoy desempeñan un alto, medio o bajo nivel cargo en la administración pública, sea este rango civil o militar, pero deben saber que la justicia siempre triunfa, a veces tarda un poco más de lo normal pero siempre llega. Acuérdense del trato que han recibido todos los que han mancillado a su pueblo y se han burlado de sus leyes y reglamentos, es verdad que han sido reyes poderosos por años, pero después le cae el desprecio y la burla de los ciudadanos de su pueblo.
Es verdad, muchos de ellos dirán, “tengo dinero y viviré tranquilo el resto de mi vida”… ¡qué mentira más insulsa! Sus acciones y sus hechos los pagarán sus hijos y los hijos de sus hijos, o sus padres y hermanos que serán catalogados como sátrapas de un régimen determinado y la historia, no la que hacen ellos mientras mantiene el poder y el dinero, esa historia que algún día alguien ha de escribirla con el testimonio de una verdad verdadera e irrefutable. Solo como ejemplo citaremos a nivel mundial a Napoleón Bonaparte y Adolf Hitler, mientras que a nivel nacional tenemos a Juan Vicente Gómez y a Marcos Pérez Jiménez. Recordemos un dicho popular que nos dice: “No hagas tanto en un año, que no pagues en un día”.
Es importante resaltar nuestra enseñanza cristiana que nos recuerda que todos somos iguales ante los ojos de Jehová y allá en el cielo no habrán ni patriotas, ni traidores, solo habrán seres humanos y una sola verdad ante el juicio final de cada hombre ante la presencia del Dios creador del Universo, quien nos preguntará: “¿Qué hiciste por tu hermano mientras te di poder y dinero? ¿Fuiste justo a la hora de aplicar la justicia terrenal? ¿Compartiste el pan con el pobre cuando te sobró el dinero?”.
Te pregunto: ¿Te sientes feliz de cómo viven tus compatriotas en el país en la actualidad? ¿Crees que hay un buen sistema de salud y que le sirve al más necesitado? ¿El dinero le alcanza al pueblo para cubrir sus gastos de alimentación, educación, diversión, vacaciones, para las familias que viven de un salario mínimo?
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com