El papa Francisco afirmó hoy que María no es una «suegra» que nos vigila para alegrarse con «nuestras impericias o errores», en un momento de la homilía de la misa que celebró en Guayaquil y que dedicó a la familia.
María no es una «madre «reclamadora ni una suegra que vigila para solazarse de nuestras impericias, errores o desatenciones. ¡María es madre!: Ahí está, atenta y solícita», dijo en el parque de los Samanes antes cientos de miles de personas.
«María es madre, que bonito suena», exclamó Francisco, quien exhortó a los fieles a repetirlo varias veces improvisando así sobre la homilía preparada.
Francisco explicó así el pasaje de la Biblia sobre las bodas de Caná cuando María pide a Jesús que ayude a los esposos que se han quedado sin vino
El pontífice argentino explicó como en aquella ocasión «María acude con confianza a Jesús, María reza. No va al mayordomo; directamente le presenta la dificultad de los esposos a su Hijo» o va «a las amigas a criticar la falta de vino».
«Su premura por las necesidades de los demás apresura la hora de Jesús», agregó.
Además, dijo el papa, María supo «transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura» y «nos recibió como hijos cuando una espada le atravesaba el corazón».