Más de 84 % de los venezolanos cree que el país «está mal», de acuerdo con la firma encuestadora Datanálisis, que también señala que la inflación y la escasez son los problemas que más preocupan a los habitantes de Venezuela y se ubican por encima de la crisis de inseguridad.
«El 84 % de la población siente que el país está mal, incluyendo a la mayoría chavista, opositora e independiente, y por supuesto eso afecta su vida en términos de desabastecimiento, en términos de inflación, en términos de la caída de la actividad económica», dijo el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a Globovisión.
León aclara, sin embargo, que hay diferencias en la responsabilidad de esta evaluación negativa pues la crisis se atribuye al gobierno central en el caso de opositores e independientes, o a la «guerra económica», dirigida por empresarios, si los consultados son chavistas.
León, que no ofreció detalles del tamaño de la muestra, amplitud geográfica o porcentaje de error, señaló que «el problema de inflación y desabastecimiento se mete en la casa del venezolano«.
Destacó que «la actividad del año que marca la pauta en Venezuela» en materia económica es el llamado «bachaqueo» o reventa de productos de primera necesidad que escasean en el país y que no se limita a alimentos pues también se «bachaquean» medicamentos, gasolina y repuestos de vehículos, entre otros artículos.
León alerta que casi el 70 % de las personas que hacen colas para adquirir productos básicos son revendedores o bachaqueros.
Explica que el que se dedica al bachaqueo gasta en cada compra unos 400 bolívares en promedio que, en el esquema de control de divisas que opera en Venezuela con tres tipos de cambios, se traduciría en 63 dólares, según la tasa más baja de 6,30 bolívares o en dos dólares, de acuerdo con la más alta de 198 bolívares.
Ese bachaquero, que hace cuatro o cinco horas de cola en los comercios, obtiene, como producto de esa reventa, 6.000 bolívares, «es decir que tiene un ingreso de 5.600 bolívares» por cada compra que realiza, lo que se convierte en una entrada mensual de 22.000 bolívares si realiza esta actividad una vez a la semana.
«Es muchísimo más que el salario mínimo», dice León al referirse a los casi 7.500 bolívares a los que equivale el ingreso más bajo en un trabajo formal en Venezuela.
«¿Qué es lo que termina ocurriendo? se genera un estímulo brutal y la mayoría de la población más pobre que quiere eventualmente participar porque siente que no existe competencia entre lo que él puede ganar en ese bachaqueo y lo que puede ganar en el trabajo formal», señala León.
El economista alertó, además, que esta situación está generando muchos problemas entre los que resalta el hecho de que la actividad del bachaqueo está «matando» los trabajos formales pues son pocos los que se animan a tomar un empleo por sueldo mínimo o medio.
«La gente pregunta ‘¿por qué esto no explota?, la gente tiene que estar furiosa haciendo cinco horas de cola’, resulta que mucha gente lo que está es trabajando, dedicada al bachaqueo y hacen un ingreso que les permite combatir mejor la inflación que los trabajadores formales cuyo salario no se adapta», señala.
Y aunque se desconocen las cifras de inflación en Venezuela en lo que va de 2015, se sabe que el 2014 este indicador cerró en casi 70 % y que el dólar negro paralelo ya se ubica en más de 500 bolívares. EFE