En las pruebas internacionales PISA sobre conocimientos en matemáticas y lectura —que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico— se destacan las naciones asiáticas que ocupan los primeros lugares. Entre los primeros diez puestos se encuentra Finlandia, conocido por la calidad de su sistema educativo, y le sigue Estonia, nación de la que poco se habla.
¿Qué está haciendo bien Estonia? ¿Puede servir de ejemplo a países de nuestra región? El director asociado del Instituto de la Cognición Humana y de la Máquina Alberto Cañas explica que a pesar de ser un país sin recursos humanos, la educación y los docentes tienen un buen estatus social en Estonia.
«Para hacer un salto cualitativo en la calidad de la educación y lograr alcanzar a Finlandia y Estonia, tenemos que hacer un proyecto a largo plazo donde primero se atraigan a las mentes más brillantes para que sean docentes y transformar las facultades de la educación para que se logre una formación de docentes de alta calidad», dijo Cañas en una entrevista con la periodista Gabriela Frías.
«Y lograr que la educación y el docente vuelva a tener el nivel y el estatus que tuvo hace algunas décadas en nuestros países».