El PSUV cambió el debate político por la discusión de cómo seguir reteniendo el poder a costa de sumir al país en la miseria que ocupa hoy
Hay muchas razones para quejarse del gobierno de Nicolás Maduro Moros, ya que se parece a un “Gobierno de sordos, mudos y ciegos”. Este gobierno bolivariano está llegando al fondo del barranco, y el PSUV acompañándolo. Todos están en muy mala situación debido al alto costo de la vida, el hampa desatada, las colas, la escasez, especulación, una anarquía total etc. Convencer al pueblo venezolano sobre la gestión Maduro hay que viajar por todo el país, y hablarle a la gente ‘defendiendo’ al gobierno de su sacrificio ante la “guerra económica”; causante de este desastre socioeconómico. El gobierno no ha aprendido a comunicarse con el electorado, con el pueblo. El PSUV cambió el debate político por la discusión de cómo seguir reteniendo el poder a costa de sumir al país en la miseria que ocupa hoy. El gobierno de Nicolás Maduro perdió el contacto con la histórica base social que llevó a Hugo Chávez al poder. El Presidente y su gobierno están volviendo a la clase media pobre, y los pobres mas pobres. El fracaso económico está convirtiendo a la revolución bolivariana en una desgracia. Nadie en el alto gobierno da una buena noticia de cómo se va a reactivar el aparato productivo para aniquilar la escasez, llenar los anaqueles, y desaparecer las aberrantes colas.
Todos están para mentir, y quieren que uno los acompañe en sus mentiras. El alto burocratismo rojito ya no le habla a la gente. Luego de la victoria en las presidenciales de abril de 2013 dos años han pasado, y ni el gobierno bolivariano ni el PSUV han dado una sola buena noticia al país de cómo salir de este ACV económico. Las malas noticias son muchas: Inflación, apagones, escasez de agua, racionamiento de la gasolina, y el diesel por el contrabando, aumento de la corrupción, cambios en la legislación laboral que aumento la vagancia, la flojera, y la improductividad, contradicen todo lo que se anuncio en la campana electoral de 1998. La revolución bolivariana se desvirtuó. Hoy, solo se piensa en mantenerse en el poder. El PSUV envejeció como partido, porque no se le ve proyección hacia el futuro, está anquilosado, y paralizado por la burocracia. Es necesario crear nuevas conciencias socialistas, y democráticas, porque las que el MVR, y el PSUV tenían se perdieron. Hay que pensar si no habrá llegado la hora de hacer una revolución interna dentro del partido, o fuera de él. Hay que saber si es más importante salvar los cargos públicos que ocupan o salvar a Venezuela que amenaza con naufragar. Hoy, los de la cúpula del PSUV se presume piensan en otra cosa que no es otra que asegurar su cambur en el aparataje burocrático del Estado venezolano. El PSUV adquirió todos los vicios de los partidos que gobernaron en la IV República.
El MVR y el PSUV llegaron al poder en buena lid, y entraron en el juego de la política y, en lugar de cambiarla, se adaptaron rápidamente a toda la corrupción y vicios que antes criticaban. Adquirieron las peores de todas las mañas. Hoy no existen críticas, observaciones y conclusiones de cómo revertir este desastre. Es lo que el electorado de la izquierda venezolana viene reclamando de manera incesante ante la grave crisis económica, y de inseguridad. Aquí muchos militantes de izquierda, y figuras de la política venezolana, no ocultan su malestar con este escenario construido desde hace dos años. Hoy existe una gran diferencia, es que la misma izquierda que antes los apoyaba en secreto, ahora expone sus críticas de manera cada más abierta. El gobierno bolivariano parece perdido en un callejón sin luz, y la militancia del partido, ya no lo piensan dos veces para criticar públicamente lo que ocurre en Venezuela. Ante la indiscutible dificultad del gobierno en general, y de Nicolás Maduro en particular de resolver esta grave situación económica. A veces las duras, y seguidas críticas que hacemos tienen por objetivo único, “despertar” al Presidente de su letargo para que reaccione, y salga de su claustro palaciego, y le diga al país cómo se va a resolver esta crisis socioeconómica.
Edgar Perdomo Arzola / Aporrea.org