Representantes del sector cárnico consideran necesario desmontar el control de precios para dejar que la oferta y la demanda nivelen los precios. Además insisten en que las importaciones y la inseguridad han mermado la productividad.
Carlos Odoardo Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, calificó de legítima la preocupación del gremio de los carniceros ante la inviabilidad de la regulación del precio de la carne. “El circuito cárnico-lácteo tiene una honda preocupación pues hace falta poner cada cosa en su lugar, entre ellas la rentabilidad, la productividad y la inseguridad”.
Fedenaga estima que para el primer trimestre de 2016 la oferta se ubicará muy por debajo del actual 30% “porque hay un durísimo verano que azota a las zonas productivas cárnicas y las recientes inundaciones que afectaron a unas 150 mil hectáreas en Barinas, Alto Apure y Guárico que dejó al menos 3 millones de reses afectadas lo que se reflejará en la oferta de carne”, apuntó Albornoz en el espacio Foro A Tiempo de Unión Radio.
Por su parte, Otto Gómez, presidente del Consejo Venezolano de la Carne, considera que las constantes fiscalizaciones y la escasez bloquean la posibilidad del acceso al producto encareciéndolo y esto podría evitarse eliminando los controles de precios “para permitir que fluyan las carnes hacia los mercados y que los mismos productos nivelen sus precios, de acuerdo a la oferta y la demanda, y que estas fiscalizaciones cesen porque restringen el acceso a los productos”.
Para Gómez, es difícil diseñar una estructura de costos basándola en una ficción que los productores no pueden cumplir. “Porque los insumos en los mercados, si se consiguen, cuestan 6 veces más”.