¡Descubre con cuál te identificas más!
Por su puesto que no es la primera vez que escuchas que existen personas que son más propensas a pensar con el corazón y otras lo hacen más bien con la cabeza. Cada individuo es un universo lleno de posibilidades, y dentro de cada quien existen concepciones totalmente diferentes.
Hay quienes consideran que su persona se encuentra determinada por lo que hay en su cabeza, pero hay otros que se inclinan a pensar que son quienes son gracias a su corazón. Y dependiendo de qué lado de la moneda estén, estas personas pueden pensar muy diferente sobre un mismo tema.
Esto mismo fue estudiado a nivel académico por un par de universidades importantes, y así fue como lograron identificar siete diferencias entre estos dos tipos de personalidades.
1. Las personas que piensan con la cabeza y las que piensan con el corazón se identifican con sus respectivos órganos.
Quienes piensan con la cabeza se describen a sí mismos como “racionales, lógicos e interpersonalmente fríos”, mientras que quienes piensan con el corazón se describen como “emocionales, femeninos e interpersonalmente cálidos”.
2. Las personas que piensan con la cabeza tienen un mejor rendimiento escolar.
Otra parte del estudio demostró que este tipo de personas son mejores respondiendo preguntas de cultura general y sus puntajes suelen ser mayores que el promedio.
3. Las personas que piensa con el corazón responden de una manera más emocional a dilemas morales hipotéticos.
En un estudio diseñado para ver si las personas le darían más peso a sus propias emociones que a un bien mayor, la personas que piensan con el corazón fueron más propensas a escoger que alguien más asesinara a su hijo y a alguien más, en lugar de ser ellos mismos quienes asesinaran a su hijo.
4. Las personas que piensan con el corazón son más propensas al estrés.
Estos individuos pueden sentirse más angustiados y nerviosos en respuesta a situaciones estresantes.
5. Las personas que piensan con el corazón son más conservadoras con respecto a temas como el aborto.
Ellas se inclinan más a apoyar de leyes en contra del aborto, sobre todo aquellas que se basan en los latidos del feto.
6. Las personas que piensan con la cabeza y con el corazón tienen ideas muy diferentes sobre lo que significa la muerte.
Quienes piensan con la cabeza consideran que alguien ha muerto cuando tienen muerte cerebral. Mientras que aquellos que piensan con el corazón indican que la muerte llega en el momento en que se detiene el corazón.
7. Ser una persona que piensa con el corazón o que piensa con la cabeza también determinará hacia dónde se dirigen tus ahorros.
Las personas de corazón suelen donar su dinero a caridades que buscan curar enfermedades del corazón, mientras que las personas que piensan con la cabeza prefieren contribuir con la investigación sobre enfermedades neurológicas como el Alzheimer.
¡Descubre con cuál te identificas más!
Por su puesto que no es la primera vez que escuchas que existen personas que son más propensas a pensar con el corazón y otras lo hacen más bien con la cabeza. Cada individuo es un universo lleno de posibilidades, y dentro de cada quien existen concepciones totalmente diferentes.
Hay quienes consideran que su persona se encuentra determinada por lo que hay en su cabeza, pero hay otros que se inclinan a pensar que son quienes son gracias a su corazón. Y dependiendo de qué lado de la moneda estén, estas personas pueden pensar muy diferente sobre un mismo tema.
Esto mismo fue estudiado a nivel académico por un par de universidades importantes, y así fue como lograron identificar siete diferencias entre estos dos tipos de personalidades.
1. Las personas que piensan con la cabeza y las que piensan con el corazón se identifican con sus respectivos órganos.
Quienes piensan con la cabeza se describen a sí mismos como “racionales, lógicos e interpersonalmente fríos”, mientras que quienes piensan con el corazón se describen como “emocionales, femeninos e interpersonalmente cálidos”.
2. Las personas que piensan con la cabeza tienen un mejor rendimiento escolar.
Otra parte del estudio demostró que este tipo de personas son mejores respondiendo preguntas de cultura general y sus puntajes suelen ser mayores que el promedio.
3. Las personas que piensa con el corazón responden de una manera más emocional a dilemas morales hipotéticos.
En un estudio diseñado para ver si las personas le darían más peso a sus propias emociones que a un bien mayor, la personas que piensan con el corazón fueron más propensas a escoger que alguien más asesinara a su hijo y a alguien más, en lugar de ser ellos mismos quienes asesinaran a su hijo.
4. Las personas que piensan con el corazón son más propensas al estrés.
Estos individuos pueden sentirse más angustiados y nerviosos en respuesta a situaciones estresantes.
5. Las personas que piensan con el corazón son más conservadoras con respecto a temas como el aborto.
Ellas se inclinan más a apoyar de leyes en contra del aborto, sobre todo aquellas que se basan en los latidos del feto.
6. Las personas que piensan con la cabeza y con el corazón tienen ideas muy diferentes sobre lo que significa la muerte.
Quienes piensan con la cabeza consideran que alguien ha muerto cuando tienen muerte cerebral. Mientras que aquellos que piensan con el corazón indican que la muerte llega en el momento en que se detiene el corazón.
7. Ser una persona que piensa con el corazón o que piensa con la cabeza también determinará hacia dónde se dirigen tus ahorros.
Las personas de corazón suelen donar su dinero a caridades que buscan curar enfermedades del corazón, mientras que las personas que piensan con la cabeza prefieren contribuir con la investigación sobre enfermedades neurológicas como el Alzheimer.