Carlos Torres se convirtió en el segundo árbitro venezolano en trabajar en las grandes ligas. Mañana será principal, en encuentro para el cual está anunciado como abridor el también criollo Carlos Carrasco
Carlos Torres se enteró el mes pasado que ayer se estrenaría en las Grandes Ligas. Desde entonces, la espera fue aumentando la ansiedad y los nervios. Desde que se vistió de oficial en 2004 y formó parte de los árbitros de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, soñó con estar en un parque de las mayores.
“Estaba contando los días, pero llegó el momento y ahora debo controlar la ansiedad, los nervios”, aseguró al otro lado del teléfono Torres, que comenzó 2015 como jefe de grupo en la Liga Internacional (AAA). “He estado hablando con Manuel (González) y me dijo que es lógico que sienta ese tipo de emociones, pero que conozco el juego y sé cómo manejar un partido. Después del primer lanzamiento, después de terminar la primera entrada, todo empieza a fluir. Es como asumo las cosas”.
Torres, de 37 años de edad, llegó el miércoles a Cincinnati para unirse al grupo que lidera Jeff Kellogg, con casi 23 años de experiencia en las mayores, para la serie que disputan los Indios de Cleveland contra los Rojos, en el Great American Ball Park, que acaba de ser sede del Juego de Estrellas.
“Me avisaron con tiempo suficiente para que pudiera traer a mi familia, solo que no fue posible. Estarán pendientes de todo lo que haga desde mi casa (en Acarigua), donde todos lo saben y están de fiesta. Aunque estaré acompañado de Lesme Severyn (director de operaciones y asuntos internacionales del Venezuelan Umpire Camp), que vive en Estados Unidos y siempre ha estado pendiente”.
Torres fue seleccionado para intervenir como árbitro en los partidos de exhibición de la Liga de la Toronja, luego de su primera campaña en triple A y de ganarse un puesto, por su evaluación, en la Liga Otoñal de Arizona, donde todos los años los equipos de grandes ligas envían a sus más cotizados prospectos para que pulan sus herramientas durante el invierno boreal y el bureau de árbitros hace lo propio con sus promesas.
Desde el 16 de marzo, el criollo tiene el estatus de call-up umpire, junto a otros 18 árbitros. Cada vez que un oficial del staff de MLB disfrute de su bloque de vacaciones, sufra algún percance físico o de cualquier otra índole, se abre una posibilidad de subir a la Gran Carpa. Eso fue lo que ocurrió este fin de semana.
Mark Ripperger solicitó un permiso para atender asuntos personales y Torres estaba en turno para ascender.
El venezolano estuvo en la segunda base, pero este sábado se mudará a la inicial y el domingo será el umpire principal, en un partido en el que están anunciados Carlos Carrasco y Johnny Cueto.
“No cambiaré nada de lo que he estado haciendo. Ya me probaron en la Liga de Arizona y en los partidos de exhibición del spring training. Ahora estarán pendiente de la consistencia en la zona de strike, algo que es llevado con mucha precisión a través de radares, pero más allá de eso está la importancia de manejar el juego, de saber llevarlo sin sobresaltos. En eso me ha hecho mucho énfasis Manuel”, abundó.
Torres estuvo acompañado, además de Kellogg, por Brian O’Nora, Alan Porter y Cory Blaser, que con tres años en las mayores es el de menos experiencia después del novato venezolano.
“Cory vino a Venezuela (en la 2007-2008) y trabajamos juntos. Será bueno tener a alguien conocido, en el que pueda apoyarme y recibir consejos antes de los partidos”.
El oficial ahora no solo puede decir que se une a González como los únicos umpires del país que han llegado al mejor beisbol del mundo, sino que lo hizo en menos tiempo. González fue promovido a call-up umpire en 2012, luego de 10 años en el sistema de ligas menores. A Torres apenas le tomó seis zafras inscribir su nombre en la historia.
González tuvo que arbitrar 175 partidos subiendo y bajando desde triple A, antes de convertirse en umpire a tiempo completo en 2013. Torres deberá regresar el lunes a la Liga Internacional, pero aspira a regresar en agosto o septiembre. Después, hacer el grado definitivo no será tan complicado.
“Han sido años de sacrificios y esfuerzo por mejorar”, puntualizó.
Alexander Mendoza
LVBP