Esta semana se pudo conocer que El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, ordenó darle continuidad a la revocatoria de nacionalidad a la otrora reina de belleza y posterior cantante y actriz venezolana, María Conchita Alonso.
Parece inaudito y hasta irónico, que se pierda tiempo en este tipo de asuntos y no se aboquen a la cantidad de problemas y prioridades que no tenemos los venezolanos, como la seguridad, el abastecimiento en medicinas, alimentos y un largo etcétera
La persecución al que piensa diferente es un delito para este régimen. No se puede anular, ni subestimar la opinión del adversario, porque muchas veces ellos nos dictan soluciones y posibles salidas a un conflicto. Saber escuchar es primordial en una democracia y mal utilizar el poder para amedentrar, silenciar voces y crear temores es criminal y un delito.
María Conchita es y seguirá siendo venezolana, así logren por abuso de los poderes complacer el capricho del gobierno. Muchos sectores del pueblo venezolano han exigido de muchas maneras, que nuestro actual mandatario muestre pruebas de su nacionalidad, y esa sí es una prioridad y derecho que tenemos todos los venezolanos de conocer el origen de quién lleva las riendas de nuestro país. Su origen venezolano, según el diputado Walter Márquez, es confuso, sin embargo, el actual presidente no ha tenido, ni tuvo la delicadeza y obligación de ser ejemplo ciudadano y mostrar sin problema alguno, dónde, cuando y en qué país nació definitivamente. El que no la debe no la teme y él como mandatario y político, debe estar al servicio y orden de todos los venezolanos y responder a cada uno de los reclamos, pedidos y dudas que se tejan hacia su investidura y gobierno.
Ensañamiento
Según publicó la Gaceta Oficial 40.701, «el ciudadano Alejandro Ramón Navarro Velásquez», Director de la Oficina de Asesoría Legal del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), es «designado, mediante Providencia Administrativa Interna No 23 de fecha 04 de junio de 2015; a los fines de que continúe por ante los órganos judiciales competentes, la Acción de Revocatoria de Nacionalidad Venezolana por Naturalización de la ciudadana María Concepción Alonso Bustillo».
La otrora reina de belleza, que en 1975 representase a Venezuela en la elección de Miss Mundo y posteriormente se convirtiese en bandera de nuestro país en el mundo, nació en Cuba, de donde salió a la edad de cuatro años. Actualmente radicada en Estados Unidos, ha sido contundente crítica del gobierno venezolano, al que cataloga de dictatorial. Su opinión -errada o certera-, no puede ser tomada como aval para exigir algo semejante, porque entonces pregunto: ¿A cuantos millones de venezolanos nos tendrían que quitar entonces la nacionalidad? La molestia, indignación e impotencia que se siente y se ve en la calle no es virtual, ni menos una “campaña del imperio”. ¡Es una cruda realidad! que nos golpea a todos y nos ha hecho más pobres, en un país con tanta riquezas y potencialidades. La corrupción es alarmante, los índices de criminalidad pasmosos y el desabastecimiento en primordiales áreas como salud y alimentación inaceptables y desesperantes. El venezolano ha perdido su esencia por hambre.
Vemos peleas como de animales por su supervivencia y aquí se preocupan es por la nacionalidad de una venezolana y por tratar de silenciar a María Corina Machado y meter preso a quien piense diferente. ¿Y nuestra seguridad?, ¿Y nuestra calidad de vida?, eso parece no importarles y viven echándole la culpa a los demás, sin reconocer sus equivocadas estrategias y falta de seriedad en la peor crisis que ha vivido el país en su historia. Este Gobierno nunca ha asumido una responsabilidad en un hecho, siempre busca culpables y monta campañas endiosándose y mal poniendo, subestimando y dividiendo a los venezolanos.
Ya lo he dicho en reiteradas oportunidades, al gobierno le conviene mantenernos separados y en conflicto. En una Venezuela unida y sensata no hubiese pasado ni la cuarta parte de lo que hemos y estamos viviendo todos los venezolanos. Quitarle la identidad como venezolana a María Conchita desgraciadamente no solucionará nada, será otro capricho más del gobierno y punto. Desde la salida que lloramos, pero aceptamos todos de RCTV, hemos venido perdiendo nuestra identidad, eso tan bonito que nos caracterizaba y que ha sido expropiado, como muchas empresas del país, con resultados estériles, que nos colocan como uno de los países con más déficit en áreas primordiales para el desarrollo de cualquier nación.
El gobierno venezolano decidió revocar su nacionalidad el año pasado luego de que la artista solicitara al gobierno de Estados Unidos que invadiera a Venezuela, pero aquí con permiso y total descaro, hemos sido invadidos por los cubanos, a quienes se le han dado privilegios y cabida en nuestros asuntos por parte del gobierno, colocándolos hasta de ejemplo de patria, cuando ellos viven en la miseria absoluta y en una lamentable y alarmante infrahumana calidad de vida. ¿Entonces señores? ¡Seamos serios! Ni María Conchita es una solución a nuestros graves problemas, ni muchísimo menos que se nos siga poniendo a Cuba de ejemplo y nosotros aceptándolo…No se dan cuenta que para allá es que vamos… ¡Y desde hace rato! Despierten y luchemos por nuestro país y ustedes, hagan su trabajo y ocúpense y preocúpense por este caos en que estamos sumidos todos los venezolanos.
¡Muerde aquí!
Diego Kapeky
Twitter: @diegokapeky