Asimismo, ratificó la exigencia del Gobierno cubano de que sea eliminado el bloqueo económico y financiero que mantiene Estados Unidos sobre la isla caribeña, como condición indiscutible para avanzar en esta tarea.
«El restablecimiento de relaciones diplomáticas y embajadas es apreciada como una señal que nos permitirá avanzar en una relación civilizada, a pesar de las diferencias, y que tendrá sentido únicamente si el bloqueo es levantado y podemos resolver los problemas pendientes desde hace más de medio siglo. De esta forma podremos componer una nueva clase de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, distinta a la que ha existido», indicó en rueda de prensa, transmitida por Telesur.
Recordó que el pasado diciembre, el presidente norteamericano, Barack Obama reconoció que la política de bloqueo a Cuba había sido errónea, «y había ocasionado daños y privaciones al pueblo cubano y aislamiento al Gobierno de Estados Unidos».
Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas luego del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959. Desde entonces, las hostilidades por parte del Gobierno estadounidense arreciaron contra la isla caribeña, incluyendo un bloqueo económico, comercial y financiero, que desde 1962 ha provocado daños económicos al país por más de un billón 112 mil millones de dólares.
No obstante, Rodríguez indicó que el planteamiento de Washington de levantar este bloqueo y el tono de las conversaciones sostenidas con la diplomacia cubana, constituyen una muestra de «respeto a la independencia se Cuba y a la autodeterminación de su pueblo».
«Hemos hablado en condición de igualdad soberana, pese a las diferencias. Esto demuestra que en los hechos que nos han traído aquí hoy que el diálogo que se ha establecido es provechoso para Estados Unidos y Cuba», afirmó.
Tanto el canciller cubano, como su par estadounidense, John Kerry, reiteraron que el restablecimiento de las relaciones binacionales serán guiadas por las pautas establecidas en las Convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares.
Este mecanismo fue firmado el 24 de abril de 1963 y entró en vigor el 19 de marzo de 1977, con la finalidad de regular las relaciones consulares de los países, tanto de sus funcionarios de carrera como los honorarios.
Los países que no forman parte de esta convención se rigen por el derecho internacional y tratados bilaterales.
Al respecto, Bruno Rodríguez aseguró que el Gobierno cubano será respetuoso las disposiciones de las cartas internacionales, pero consultará constantemente al pueblo sobre la aplicación de nuevas medidas y acciones.
«Estamos muy felices de cómo manejamos nuestros asuntos internos, somos optimistas sobre la resolución de nuestras dificultades , y muy celosos de nuestra soberanía, por lo que nos mantendremos en permanente consulta con nuestro pueblo para cambiar lo que necesite ser cambiado, por voluntad soberana y exclusiva de los cubanos», afirmó.