Al menos 28 personas murieron hoy y unas 100 resultaron heridas en un atentado suicida con bomba en la ciudad de Suruç, en el sureste de Turquía y cercana a la frontera siria, confirmó hoy el gobernador de la provincia de Sanliurfa, Izzettin Küçük, a la cadena NTV.
El atentado iba dirigido contra un grupo de activistas turcos, en su mayoría jóvenes, que estaban reunidos en el jardín del Centro cultural Amara, donde la bomba estalló a las 09.50 GMT.
Los activistas se preparaban para cruzar la frontera con el fin de prestar ayuda a la población de la ciudad siria de Kobani, muy castigada por la guerra en el país vecino.
El centro, sede de la Federación de Asociaciones de Juventudes Socialistas, coordinaba el viaje de los jóvenes y realizaba una campaña para ayudar a la reconstrucción de la ciudad, gravemente dañada tras el asedio del grupo yihadista Estado Islámico (EI) del invierno pasado.
Aunque oficialmente todavía no se han atribuido las responsabilidades del atentado, cargos locales dijeron al diario Hürriyet que éste fue aparentemente perpetrado por una joven de 18 años simpatizante del EI.
“El municipio de Suruç, en la provincia de Sanliurfa, ha sufrido un atentado terrorista (…) En los hospitales de la zona hay unos 100 heridos bajo tratamiento”, informó el Ministerio de Interior en un comunicado, en el que expresó el temor de que el número de víctimas mortales pueda subir.
La fuerza de la explosión hizo saltar los cristales de los edificios cercanos.
El Ministerio del Interior condenó el ataque y prometió detener cuanto antes a los responsables para llevarlos ante la justicia.
Suruç es el principal punto de comunicación entre Turquía y la ciudad sirio-kurda de Kobani, a unos 10 kilómetros de distancia.
“Esta mañana vinieron unas 400 personas para cruzar a Kobani”, explicó a Hürriyet el vicealcalde de Suruç, Ismail Kaplan.
Muchos de los activistas turcos, que habían llegado a la frontera desde varios puntos del país, llevaban juguetes o productos de primera necesidad para los habitantes de Kobani.
Un vídeo difundido por Hürriyet muestra un fuerte estallido en medio de una muchedumbre que sostiene una pancarta durante una declaración a la prensa en el jardín del centro atacado.
“Creo que (el atentado) es obra del Estado Islámico”, dijo Kaplan, quien lo relacionó con otro ataque suicida que tuvo lugar hoy mismo en Kobani.
Al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad kurdosirias murieron en ese ataque, informó a Efe el viceministro de Asuntos Exteriores del Gobierno autónomo kurdo de Siria, Idris Nuaman, que explicó que los yihadistas detonaron un coche bomba contra un puesto de control de las fuerzas del Interior.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó este ataque, aunque informó de que hubo dos muertos, que eran combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo, las milicias kurdosirias.