Venezuela deberá enfrentar pagos entre julio y diciembre de 2015 por un total de $6.389 millones, correspondientes a servicios de deuda externa; es decir, intereses, capital y amortización.
Tanto la República como Pdvsa deben asumir estos compromisos en momentos de baja disponibilidad de divisas y ante un entorno de precios petróleos bajos.
Los meses de octubre y noviembre son los períodos en los cuales se registran los mayores desembolsos durante este segundo semestre. Por concepto de intereses, capital y amortización, Pdvsa deberá cancelar $3.875 millones.
Agosto será otro mes de importantes pagos. Tanto por bonos de la deuda soberana como por los títulos que ha emitido la industria petrolera se erogará $748 millones. Mientras que en septiembre los pagos serán por un total de $229 millones y en diciembre la suma es de $105 millones.
Entre los años 2005 y 2011 la estrategia de endeudamiento del gobierno nacional estuvo enfocada en la colocación de papeles en el mercado internacional, con la emisión de los bonos bolívar-dólar o convertibles en divisas. Por lo que los compromisos de pago se concentran desde 2014 y en los próximos años.
El desembolso de divisas por la deuda externa continuará en 2016, año en el cual se deberá cancelar $2.317 millones. “Esta concentración de pagos dificulta la capacidad de poder disponer de suficientes divisas para poder atender la escasez de productos en la economía”, resaltó el economista Gustavo Rojas, director de la firma Polinomics.
Sostiene que debido a esta situación, el Gobierno probablemente optará por seguir aumentando la cantidad de divisas asignadas a través del Simadi. Destacó que, tal y como lo reflejan las propias cifras del Banco Central de Venezuela, hasta hace poco el 98% de las divisas asignadas eran través de la tasa Cencoex (Bs./$6,30) y la tasa Sicad (Bs./$12). Mientras que apenas el 2% era liquidado vía Simadi.
“Esperamos que las reservas internacionales continúen cayendo y la posición internacional se siga debilitando”, recalcó.
A pesar de la poca fortaleza de las reservas del BCV, las cuales mantienen un bajo stock de divisas en efectivo, las autoridades monetarias y financieras han insistido en que el país tiene los recursos para cumplir “puntualmente” con el pago de sus compromisos de deuda externa.
Estas palabras -sin embargo- no han evitado que los inversionistas cataloguen las finanzas del país como de “alto riesgo”, lo cual se evidencia en el aumento del riesgo país de Venezuela, en la caída de los precios de los títulos de deuda externa y en el incremento de la prima de riesgo sobre el seguro de bonos medida a través del Credit Default Swap (CDS) a cinco años. Esta última presentó esta semana una mayor volatilidad a lo habitual, al pasar de 5.200 puntos básicos a 4.730, finalizando el pasado viernes en 5.116 puntos básicos.
Via El Mundo