La prueba de la saliva fue presentada en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer de 2015 en Washington esta semana. Aunque la investigación está todavía en sus inicios, la prueba de la saliva representa el emocionante futuro de las herramientas de diagnóstico que están en desarrollo para la detección de la enfermedad neurodegenerativa.
Los investigadores presentan un nuevo estudio que muestra que los biomarcadores en la saliva pueden indicar la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer.
Si bien los médicos actualmente son capaces de ver la diferencia entre un cerebro sano y uno afectado por la enfermedad de Alzheimer, el estudio hace énfasis en la importancia de la detección temprana de los cambios en el Alzheimer.
«A medida que el campo ha seguido madurando en el transcurso de la última década más o menos, ahora contamos con investigación y evidencia que sugiere que la biología subyacente de la enfermedad de Alzheimer cambia una década o más antes de que alguien experimente los cambios de memoria o función relacionados con el Alzheimer», dijo Heather Snyder, directora de operaciones médicas y científicas en la Asociación del Alzheimer.
Esta prueba examina las muestras de la saliva y analiza los cambios en la misma como la posible forma de detectar los cambios en el Alzheimer, dijo Snyder.
Análisis de proteína en la saliva
Los investigadores de la Universidad de Alberta en Canadá analizaron las muestras de saliva de menos de 100 personas, divididas en tres grupos con base en la capacidad cognitiva: 35 con una cognición normal de envejecimiento, 25 con una leve discapacidad cognitiva y 22 con la enfermedad de Alzheimer.
Por medio de una tecnología de análisis de proteína, los investigadores examinaron la saliva de cada individuo, y analizaron casi 6.000 metabolitos, los cuales son pequeñas moléculas que son derivados de las reacciones químicas en el cerebro.
El equipo entonces descubrió los biomarcadores específicos (o patrones de metabolitos) en los grupos que se sabía, padecían de Alzheimer o de una leve discapacidad cognitiva, en comparación con el grupo de envejecimiento normal, y analizaron los biomarcadores como predictores del desempeño cognitivo.
El estudio fue validado por medio del análisis de una muestra nueva e independiente de 27 participantes.
«Los análisis de la metabolómica salival promoverán la causa de la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer… y fomentarán nuestro entendimiento de los mecanismos desde el envejecimiento normal hasta el Alzheimer», dijo Shraddha Sapkota, un estudiante de postgrado en la Universidad de Alberta en Canadá, quien presentó el estudio.
La prueba de la saliva es una forma rentable e invasiva en grado mínimo para analizar a los pacientes de una forma temprana. Permite que los doctores identifiquen quién se encuentra posiblemente en riesgo, y también ayuda a establecer quién debería ser tratado y cuándo.
«Es muy fácil tomar y transportar muestras de saliva, lo que mejorará la participación en centros remotos y en poblaciones diversas», dijo Sapkota.
El estudio fue presentado en la conferencia, pero no ha sido publicado o contrastado, y ese es el estándar de oro para la investigación científica. Como resultado, los expertos enfatizan que se necesita hacer más investigaciones antes de que la prueba de la saliva pueda ser utilizada como una herramienta de detección.
«Es extremadamente preliminar», dijo el Dr. Dean Sherazi, director del Programa de Prevención del Alzheimer en Cedars-Sinai. Las muestras son tan pequeñas que las anormalidades podrían haber sido secundarias, dijo.
«En la ciencia, la clave es la réplica», añadió Sherazi. «El estudio tiene que ser replicado, y tiene que ser replicado en una población mayor».
Si bien no hay una prueba que determine de manera concluyente si alguien padecerá de Alzheimer, la prueba de la saliva sería una buena herramienta de análisis una vez sea validada, al indicar la necesidad de un paciente de que se le realicen otras pruebas más invasivas. Resulta especialmente emocionante para Sherzai debido a que podría ser utilizada en entornos clínicos o incluso comunitarios.
«Esto es importante porque mientras más temprano detectes la enfermedad», dijo Sherzai, «más grande es el efecto que podemos tener en el resultado».
El trastorno cerebral progresivo es la sexta principal causa de muerte en Estados Unidos y afecta a casi 5 millones de estadounidense. Se espera que esa cifra se triplique para 2050.
«Tenemos una apremiante necesidad de poder identificar a las personas que están en riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer», dijo el Dr. Richard Isaacson, director de la clínica de prevención del Alzheimer en el New York-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center en Nueva York.
«De lo que nos estamos dando cuenta es que si podemos encontrar un medicamento o algún tipo de intervención que pueda reducir la velocidad o revertir la enfermedad, necesitaremos utilizar ese medicamento tan temprano como sea posible», dijo Isaacson. «Cuando alguien empieza a tener síntomas de pérdida de memoria, un leve trastorno cognitivo o demencia debido al Alzheimer, es mucho más difícil de tratar».
La reducción de riesgo y prevención del Alzheimer es la nueva frontera de la enfermedad, según Isaacson. Entonces, la única forma de hacer mella en la enfermedad es encontrar algún tipo de biomarcador décadas antes de que los síntomas inicien.
Aún no se ha establecido un ensayo clínico, pero un estudio mayor de muestra está en proceso, según Sapkota. «Aún estamos en las fases iniciales y se necesita trabajar más antes de que podamos incluir pruebas de saliva para la población general», añadió.
Los expertos dicen que ellos buscarán una opción fácil de usar y asequible como la prueba de la saliva para el día en el que esa pastilla mágica o medicamento llegue a estar disponible.
«Cuando llegue ese medicamento exitoso…» dijo Isaacson. «Una prueba como esta es lo que todos estamos buscando».