Voces oficiales aseguran que esos dólares “preferentes” garantizan al pueblo el acceso a los bienes esenciales a un “justo” precio, pero eso es lo que menos advertimos en esas salidas obligadas en ningún comercio, ni siquiera en los del propio Estado, sino todo lo contrario
Salimos a la calle como lo hace el resto de los venezolanos a adquirir los alimentos y bienes esenciales para poder vivir y nos topamos con una perversa realidad que nos irrita y nos llena del mayor desconcierto.
En los supermercados y otros muy diversos almacenes, nada de lo que allí se ofrece en venta, le fijan precios que tengan que ver con esos dólares preferenciales de Bs. 6,30 y Bs. 12,00, tipos de cambios éstos que se han mantenido invariables por años.
Voces oficiales aseguran que esos dólares “preferentes” garantizan al pueblo el acceso a los bienes esenciales a un “justo” precio, pero eso es lo que menos advertimos en esas salidas obligadas en ningún comercio, ni siquiera en los del propio Estado, sino todo lo contrario. Vemos que los incrementan en términos que asombran en el marco de una vorágine especulativa atroz e inexplicable.
Cada día nuestros limitados ingresos se vuelven sal y agua. En los mercados del capitalismo no nos alcanza para nada; allí las alzas son desmedidas. En los del Estado, algunos bienes se logran adquirir a precios inferiores, pero a otros les fijan precios tan altos que no logramos entender la causa para que ello ocurra, pues aún el gobierno sigue entregándoles a los importadores (privados y oficiales), esos dólares preferenciales para adquirirlos y en sus planes, vale resaltarlo, no se tiene previsto modificar esa paridad (El presidente Maduro en su informe anual a la Asamblea, el 21/01).
Pensábamos utilizar ejemplos, pero llegamos a la conclusión de que no hace falta, pues esta espantosa realidad la vive todo el país y lo que buscamos es hacer público un reclamo generalizado con vista a que se dé una respuesta esclarecedora. Es inaceptable, desde todo punto de vista, que los bienes de consumo indispensables para la vida, nos referimos y valga la redundancia, a los básicos, no mantengan sin variante alguna y de manera permanente, los mismos precios si para su adquisición el gobierno entrega esos dólares “regalados”, divisa esa, que es necesario subrayarlo, se ha venido apreciando significativamente en el mercado internacional.
¿Se desvían esas divisas a otros fines? ¿Cómo explicar que hasta hace poco menos de seis meses, los mercados del Estado ofrecían al pueblo la carne a Bs. 75,00/kilo y ahora a Bs. 240,00, cuando en ambos casos ese producto se importó al dólar a Bs. 6,30?
Desde nuestra óptica, esto lo explica sólo una concertada corrupción, por lo que urge una investigación rigurosa e imparcial para confirmarlo. Ojalá y estemos equivocados, pero si no es así, como pseuvistas y chavistas hasta la médula que somos, pedimos castigo implacable para sus responsables.
Iván Oliver Rugeles | Aporrea.org