“Simón Bolívar fue un canalla, cobarde, brutal y miserable, fruto del fanatismo popular”.
Karl Marx, 14-02-1858
Cesáreo José Espinal Vásquez—cjev@cantv.net
En la celebración patria del nacimiento de Simón Bolívar, viene a la memoria lo que escribió Karl Marx en carta a Engels, sobre la personalidad de nuestro Libertador, el 14 de febrero de 1858, veintiocho años después de su muerte en Santa Marta. Lo expresado por Marx, quien por supuesto no conoció a Bolívar, no puede nunca justificarse en nuestra patria para sostener una doctrina e idea criminal plasmado en el llamado Manifiesto Comunista, que no es otra cosa, sino la teoría de la persecución, la destrucción y la muerte en nombre del proletariado, tomado como excusa diabólica para acabar con el verdadero y real ideal social, que es la paz para todas las clases o estamentos sociales en un pretexto para imponer la autocracia del partido socialista marxista. Marx ofendió a Bolívar y a todos los venezolanos en 1858 y lo continúa ofendiendo vilmente, aunque se denomine socialismo del siglo XXI, marxista como así fue programado por el presidente Hugo Chávez al confesarse imbuido en los principios dogmáticos de Marx y usando entre esas ofensas y la aplicación del marxismo, la respetable frase de “bolivariano”, por lo que estamos en un escenario virtual, donde se adora a Marx y se adora a Bolívar. El enemigo de mi amigo, mi amigo es, dice una frase puesta al revés. Si bien es cierto que compartimos y auspiciamos la reconciliación y el perdón, lo dicho por Marx contra el padre de la patria, se deja para la historiología, por ser el verdadero canalla, cobarde, brutal y miserable contra el Libertador, especialmente, porque Marx, como todos los comunistas, deseaba tener un enemigo aún sin conocerlo y muerto para levantar el fanatismo ideológico y utópico de revolución permanente que es el medio para mantener el terrorismo marxista y la toma del poder por cualquier vía, por revolución, por golpe de Estado o utilizando los presupuestos de la democracia por elecciones, para luego acabar con sus propios compañeros “tonto útiles”. Simón Bolívar, oligarca, mantuano y burgués no tuvo impedimento alguno por haber nacido en cuna de oro, con sus aciertos y errores, con madre aristócrata Doña Concepción Palacios y sus madres las negras Hipólita y Matea, para ser el Libertador. Seamos bolivarianos como debe ser, patriotas, en búsqueda del Derecho Justo, en el real socialismo democrático, ético y humanista, sin besarle los pies a Marx ni arrodillarse ante el capitalismo salvaje. En la fecha del nacimiento del padre de la patria, celebremos con honor, porque aristócrata de nacimiento, es el Libertador.