“Decir la verdad es revolucionario”. Ferdinand LaSalle
¿Qué pensarán los chavistas y Maduro a la cabeza cuando las encuestas muestran una reducción importante del apoyo popular? ¿Continuarán creyendo que tienen seguros los votos de los pobres por que les compraron el alma con Misión Vivienda y otras misiones más? ¿Bastará otra trampa demagógica como el Dakazo para que nuevamente los humildes pongan en sus manos el poder?
A veces creemos que ser pobre te coloca en un plano primitivo en el que o evidencias torpeza o simplemente estupidez. Luego descubres que hay cálculo y así, negocias en tu discurso lo que al hombre de a pie les interesa y edificas una dinámica auténticamente comunicativa. El liderazgo transitó por esos senderos de buena fe o manipulando. Chávez fue un artista de la simulación y la mentira. Hizo creer que gobernaba para superar la pobreza repartiendo, donando, regalando dineros. No era para eso, no. Al contrario, se trató de una estratagema para usurpar la soberanía popular y erigirse en rey. Se convirtió en el dueño del país y de sus riquezas que pronto convirtió en tentaciones para los militares y los sicofantes de todas las ideologías. Peor aun; se rodeó de saltimbanquis, maromeros, pichacheros, sancocheros y otras especies de nulidades a las que convirtió en dignatarios del poder popular. Se hizo querer y tal vez más, se hizo adorar pero, a costa de la bancarrota del Venezuela. ¿No es eso acaso visible para todos?
Se oye decir que Dios ciega al que quiere perder y escuchar a compatriotas decir que respaldan esta revolución que claramente nos arruinó, envileció y corrompió las instituciones, la justicia, la fuerza armada, la policía, la educación, la salud, nuestros jóvenes y legitimó el asesinato, el robo, el despojo, la confiscación, el cachilapeo nos debe ofender y enfadar groseramente pero, le echamos la culpa a la ignorancia como sino supiéramos que en nuestro corazón antes que en nuestra mente Dios sembró la semilla de la equidad y de la verdad. ¿No es acaso sinceramente un fracaso el que tenemos ante nosotros luego de 17 años de gobierno de estos facinerosos? ¿No es cierto que antes de la revolución chavista vivíamos mejor y nos respetábamos y nos respetaban como pueblo? El mundo nos mira asombrados que hasta para comprar papel sanitario haya que hacer colas.
Llegaron por vía democrática y por esa misma vía deben irse aunque cuesta creer que tanto malandro juntos en el gobierno acepten la decisión popular. Extemporáneamente cambiaron la legislación electoral. Inconstitucionalmente trajeron el tema de la paridad de sexos. Inhabilitaron a los dirigentes opositores. Y quién sabe que otra marramuncia estarán montando con sus decuriones para hacerle fraude a la avalancha de venezolanos de todas las tendencias y estratos sociales que quieren un cambio urgente y ya pensaron en iniciarlo desde otra gente en la Asamblea Nacional. Diosdado Cabello es un abusador al que inclusive los chavistas quieren apartar de la representación nacional.
No, no hubo ni habrá revolución con Maduro y su combo de incompetentes y no hay gobierno popular tampoco; solo destrucción por corrupción. Como dijo Unamuno, “Prefiero la verdad a la paz”.
Nelson Chitty La Roche
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