Las aguas donde se celebrarán las pruebas de navegación y algunas competencias de natación en los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica están llenas de residuos humanos que representan un riesgo para la salud de los atletas, así como para los turistas que visitan las emblemáticas playas de Río de Janeiro.
Una investigación de la AP encontró altos niveles de virus y de bacterias provenientes de aguas residuales en las sedes acuáticas a ser usadas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016.
Se trata de la primera investigación sobre la presencia de virus y bacterias en las sedes olímpicas, realizada por la AP en cuatro tandas de análisis de agua desde marzo. Los resultados alarmaron a expertos internacionales y generaron enorme desazón entre los competidores, algunos de los cuales ya han sufrido fiebres, vómitos y diarrea tras entrenarse en estas aguas.
El Comité Olímpico Internacional, no obstante, no parece preocupado. Estima que las aguas no representan un peligro, según se desprende de los resultados de análisis bacteriales, y no presionará a los brasileños para que realicen también análisis en busca de virus, como recomiendan numerosos especialistas en agua y salud estadounidenses y europeos, dado que la mayoría de las enfermedades derivadas de actividades recreativas acuáticas son de origen viral, no bacterial.
AP