Los cambios políticos y sociales de Venezuela son dignos de un riguroso estudio sociológico. Los que mejor se preparan no siempre son los que mejor ganan
Venezuela ha sido un país muy cambiante en los últimos tiempos en lo social y en lo político. Lamentablemente estos cambios no han significado grandes avances ante una realidad tangible de una crisis estructural que nos toca a todos.
El ensayo socialista ha tenido múltiples tropiezos y si ha fallado la causa es imputable única y exclusivamente a quienes han tenido la responsabilidad de ejecutarlo. Decir lo contrario es una simplemente una excusa más.
En ese marco de cosas, una de las preocupaciones permanentes del ciudadano común es el tema económico que sobrepasa al de la seguridad.
La brecha entre una clase y
otra es un abismo condenable
La economía familiar no permite planificarse, sino obliga a sobrevivir.
Un país con ese contraste necesita urgentemente que este tema comience a ser asumido más allá de la ligereza y la retórica porque la actual coyuntura económica ha generado cambios drásticos en nuestra sociedad, donde la desigualdad asume un papel predominante.
En lo político, el país ha atravesado por diversas facetas desde modificar la constitución hasta la implementación de una serie de instrumentos legales conducentes a la creación de una estado socialista que en teoría luce bien, pero en la práctica es ilusión óptica.
Hoy, pese a los logros que exhibe la revolución en materia de analfabetismo y atención social, la brecha entre una clase y otra es un abismo condenable. Mientras unos se hacen más ricos, otros se atrasan sin una educación a la medida del utópico hombre nuevo, maltratando constantemente a una “clase media” dividida en capas en proceso de deterioro.
Venezuela ha pasado de los oligarcas ricos feudales y amos del Valle constituidos en godarria, a una nueva elite que se ha prevalecido grotescamente del tráfico de influencias y una corrupción sin límites ni controles que permitió dilapidar grandes fortunas con el gran negocio cambiario sin considerar otras acciones delictivas cuestionadas por cierto sector moral de la revolución y por una sociedad injustamente maltratada por el privilegio de unos pocos sobre el sacrificio de muchos.
De Amos del Valle
a la Boliburguesía
Eso es lo que ahora llaman la boliburguesía con sus actores principales: Los bolichicos.
Esta nueva élite social supera con creces a los amos del Valle. Sobresale por sus escandalosas riquezas y para nada es víctima de la carestía ni escasez de alimentos ni medicinas. Pagan su confort a cualquier precio con el dinero malhabido y siguen haciendo negocios con divisas y el tráfico de influencias. Luego sigue un capa, no tan rica, pero si muy confortable. No escalan riquezas de varios dígitos, pero son clase pudiente con dos tres propiedades inmobiliarias y un flujo de caja nada despreciable. Podríamos seguir enumerando más capas de esta nueva elite que se detiene en los asalariados del sector público, que afortunadamente fruto de su trabajo lograr tener un status discreto. Eso sí, condicionado.
Mal llamada clase media…
En el medio de este sándwich, de esta distorsión social, aparece lo que un momento se calificó como “clase media” que es una especie de condumio que tiene la obligación de sobrevivir. No se permite lujo ni mayores distracciones, trabaja para cumplir a duras penas con sus obligaciones.
La mal llamada clase media sin duda es la más perjudicada por diversas razones. Su poder adquisitivo decrece día a día y con el, la calidad de vida.
Clases populares con beneficios
pero sin programas educativos
Si se baja a los estratos humildes el país exhibe un panorama curioso que debe ser un elemento interesante para un estudio e investigación sociológica.
Las clases populares son las grandes beneficiarias de los programas sociales del gobierno, pero carecen de educación para crecer y salir de la pobreza, lo cual a la larga es una dura condena social. Los estratos más bajos se han acostumbrado a vivir de las dádivas que les impide ver desde su óptica el reflejo real de un presente de soluciones temporales por un futuro verdaderamente comprometido, sin embargo, la audacia y astucia del venezolano permite que cada quien sobreviva a su manera.
Para muchos el “bachaqueo” viene a ser una especie de bálsamo económico. Ganar dinero a expensas de otros.
Hoy es muy probable que un bachaquero, gane más que un joven profesional que sale con un título en la mano sin oportunidades ni opciones de crecimiento personal.
Y nuestros jóvenes se van…
La única opción que les está quedando a nuestros jóvenes es emigrar y convertirse en ciudadanos de segunda en el exterior.
Esa fuga de talento a la larga va a hacer más daño que la fuga de divisas que tanto preocupa al gobierno que no termina de ofrecer una solución cambiaria que ponga orden a este desorden.
Este es uno de los muchos contrastes que nos ha tocado vivir en los últimos tiempos donde la prioridad ha sido el dogma por encima del bienestar de los ciudadanos.
Afortunadamente el país no se acaba hoy ni mañana y hay aún reservas morales, aptitud y espíritu de lucha para afrontar dificultades.
Un poco de sentido común y sensibilidad social no está de más.
ARENA Y CAL
*** HABLANDO de contrastes. Es muy posible que la oposición saque más votos que el oficialismo en las próximas elecciones parlamentarias de acuerdo a las tendencias de opinión. Y también es posible que esta a su vez saque más diputados. De esa cabuya ya tenemos un rollo. La opción de la MUD no es otra que salir a votar para quebrar el tubo en varios de los denominados “circuitos de la muerte”.
*** SUCRE. La oposición tiene un menudo reto. Ganar el circuito tres con Miguel Pizarro pasándole por encima a un candidato del patio como William Ojeda, que está vez contará con la poderosa maquinaria del Psuv.
*** PLAZA-ZAMORA. El gobierno no regala nada. Sabe perfectamente que en el circuito cuatro se juega la mayoría en Miranda. De allí que el presidente haya ido en menos de un mes en dos ocasiones a los valles de Guarenas y Guatire. Allí se barajan dos cartas fundamentales: Blanca Eeckhout-Potro Álvarez vs. Julio Borges-Adriana D´Elía.
*** AUMENTO. La empresa Fospuca, encargada de la recolección de desechos sólidos en el municipio Los Salias está pidiendo ajustes de un 300%. Se avecinan tiempos turbulentos para la municipalidad.
*** BANDERA ROJA. Al partido liderado por Gabriel Puerta Aponte le han desteñido su color original, pero no le han doblegado las ideas ni la dignidad. Una maniobra política buscando dispersar el voto opositor le quita la tarjeta a sus legítimos portadores en una muestra más del ventajismo con el que se va a jugar en las próximas elecciones. Esta acción lejos de desalentar, ha fortalecido el ánimo combativo de sus cuadros políticos.
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Jairo Cuba
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