¡Toma nota!
Ya todos somos adultos, y sabemos que la sexualidad juega un rol muy importante en la vida de todos nosotros, especialmente cuando ya hemos logrado alcanzar un estatus de relación seria.
Sí, tener amoríos y probar muchos cosas -responsablemente- con más de una pareja casual también es importante, y sin duda alguna divertido y excitante. Pero créeme cuando te digo que no hay nada como compartir una increíble sesión de intimidad con esa persona con la cual quieres pasar el resto de tus días.
Deja atrás los viejos hábitos de casanova o de fiera en la cama, y consigue una mejor vida sexual para ti y para tu pareja, mientras ambos se complacen mutuamente.
¡No es tan difícil como pensábamos!
1. Mira el rostro de tu pareja.
Lo sé, por lo general cada vez que damos comienzo a una entretenida sesión de sexo, lo hacemos en la intimidad de la oscuridad, y en algunas oportunidades ponemos en práctica ciertas posturas que hacen que vernos a la cara sea bastante complicado, pero esto es importante, así que busca la forma de hacerlo.
Ver el rostro de nuestro compañero cuando estamos teniendo sexo puede darte más información sobre lo que él o ella está sintiendo en ese preciso instante. Además, los ojos no mienten, y esto les brindará la oportunidad de general un lazo íntimo mucho más intenso.
2. Habla sobre esto.
A veces puede ser un poco incómodo hablar seriamente sobre el sexo, sobre lo que nos gusta o lo que no. Sin embargo, es importante tomarse el tiempo y la molestia de hacerlo, pues de ello podemos obtener resultados increíbles.
Si te da mucha vergüenza hablar de esto con tu pareja, trata de sacarlo en medio de un jugueteo previo, o aprovecha la temperatura en plena acción para sugerir o preguntar sobre alguna movida específica que podría darles mucho placer a ambos. Pero si más bien prefieres hablar de esto cuando tienes un poco más de conciencia y seriedad, puedes hablarlo en medio de un almuerzo o una merienda de pareja. Busca tu momento perfecto.
El cuerpo es un mundo único, lleno de posibilidades y sensaciones que nos hacen perdernos en momentos como este. Tomarte el tiempo de analizar las respuestas corporales de tu pareja te dirá mucho más que mil palabras. Un escalofrío, cosquillas o un suspiro, pueden ser indicio de que vas por muy buen camino.
4. No te apresures al orgasmo.
Esto lo hemos escuchado una y otra vez desde el principio de los tiempos. Y sí, aunque los orgasmos son deliciosos, también hay mucho más que podemos disfrutar antes de llegar a él.
Además es importante que no solo te preocupes por tu propio orgasmo, sino también por el de tu pareja, después de todo esto es una trabajo en equipo.
5. No actúes.
Lo entiendo, todos queremos ser unas estrellas en la cama y hacer que nuestra pareja estalle de placer, pero para esto no hace falta hacer de tu habitación un escenario lleno de alaridos y gemidos sin sentido. Aquí lo importante es ser tú mismo, sentir lo que en verdad estas sintiendo y demostrárselo a tu pareja. ¿Quieres gemir? ¡Gime! ¿Quiere gritar? ¡Grita! Haz lo que quieres, pero hazlo porque en verdad tienes ganas, no solo porque lo viste en una porno barata.
Lo dije en un principio, estas son cosas muy sencillas que podemos aplicar, pero de seguro marcarán una diferencia importante en tus próximos encuentros íntimos.
¡Ahora a disfrutar!
¡Toma nota!
Ya todos somos adultos, y sabemos que la sexualidad juega un rol muy importante en la vida de todos nosotros, especialmente cuando ya hemos logrado alcanzar un estatus de relación seria.
Sí, tener amoríos y probar muchos cosas -responsablemente- con más de una pareja casual también es importante, y sin duda alguna divertido y excitante. Pero créeme cuando te digo que no hay nada como compartir una increíble sesión de intimidad con esa persona con la cual quieres pasar el resto de tus días.
Deja atrás los viejos hábitos de casanova o de fiera en la cama, y consigue una mejor vida sexual para ti y para tu pareja, mientras ambos se complacen mutuamente.
¡No es tan difícil como pensábamos!
1. Mira el rostro de tu pareja.
Lo sé, por lo general cada vez que damos comienzo a una entretenida sesión de sexo, lo hacemos en la intimidad de la oscuridad, y en algunas oportunidades ponemos en práctica ciertas posturas que hacen que vernos a la cara sea bastante complicado, pero esto es importante, así que busca la forma de hacerlo.
Ver el rostro de nuestro compañero cuando estamos teniendo sexo puede darte más información sobre lo que él o ella está sintiendo en ese preciso instante. Además, los ojos no mienten, y esto les brindará la oportunidad de general un lazo íntimo mucho más intenso.
2. Habla sobre esto.
A veces puede ser un poco incómodo hablar seriamente sobre el sexo, sobre lo que nos gusta o lo que no. Sin embargo, es importante tomarse el tiempo y la molestia de hacerlo, pues de ello podemos obtener resultados increíbles.
Si te da mucha vergüenza hablar de esto con tu pareja, trata de sacarlo en medio de un jugueteo previo, o aprovecha la temperatura en plena acción para sugerir o preguntar sobre alguna movida específica que podría darles mucho placer a ambos. Pero si más bien prefieres hablar de esto cuando tienes un poco más de conciencia y seriedad, puedes hablarlo en medio de un almuerzo o una merienda de pareja. Busca tu momento perfecto.
El cuerpo es un mundo único, lleno de posibilidades y sensaciones que nos hacen perdernos en momentos como este. Tomarte el tiempo de analizar las respuestas corporales de tu pareja te dirá mucho más que mil palabras. Un escalofrío, cosquillas o un suspiro, pueden ser indicio de que vas por muy buen camino.
4. No te apresures al orgasmo.
Esto lo hemos escuchado una y otra vez desde el principio de los tiempos. Y sí, aunque los orgasmos son deliciosos, también hay mucho más que podemos disfrutar antes de llegar a él.
Además es importante que no solo te preocupes por tu propio orgasmo, sino también por el de tu pareja, después de todo esto es una trabajo en equipo.
5. No actúes.
Lo entiendo, todos queremos ser unas estrellas en la cama y hacer que nuestra pareja estalle de placer, pero para esto no hace falta hacer de tu habitación un escenario lleno de alaridos y gemidos sin sentido. Aquí lo importante es ser tú mismo, sentir lo que en verdad estas sintiendo y demostrárselo a tu pareja. ¿Quieres gemir? ¡Gime! ¿Quiere gritar? ¡Grita! Haz lo que quieres, pero hazlo porque en verdad tienes ganas, no solo porque lo viste en una porno barata.
Lo dije en un principio, estas son cosas muy sencillas que podemos aplicar, pero de seguro marcarán una diferencia importante en tus próximos encuentros íntimos.
¡Ahora a disfrutar!