El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) pidió a las autoridades reconsiderar la expropiación de los galpones Cargill, Pepsi Cola Venezuela, Nestlé de Venezuela, Alimentos Polar, Coca-Cola Femsa en La Yaguara, pues “ya es excesivo lo que las familias están pagando con la escasez, la inflación y la inseguridad”, como para sobrecargarla con las consecuencias de esta medida.
El organismo asume que el Gobierno, conjuntamente con las autoridades metropolitanas, deben haber evaluado detenidamente las implicaciones que dicho procedimiento generará en el ya maltrecho funcionamiento de los diferentes establecimientos comerciales que funcionan en la Caracas y las zonas aledañas.
Asimismo, que sopesaron las repercusiones que también provocarán en las “cada vez más limitadas alternativas que tienen los millones de consumidores del Área Metropolitana para satisfacer sus necesidades básicas, en un ambiente de limitado abastecimiento y sin posibilidades de que dicha situación se revierta a la brevedad”.
“Para Consecomercio es es loable que el Gobierno se ocupe de atender los requerimientos urbanos caraqueños en materia habitacional, con lo cual una decisión de este tipo pudiera recibir, como de hecho está sucediendo, el respaldo de una parte importante de la población aledaña a los galpones expropiados”.
Sin embargo, también aseguran que habría que considerar las incidencias en materia de empleo directo e indirecto, los efectos sociales en la zona donde están ubicadas las instalaciones industriales, además de la importancia de que la capital no quede desguarnecida de depósitos estratégicos de alimentos, ante la posibilidad de que se planteen contingencias como las que la ciudad ya ha vivido en diversas ocasiones.
“Para Consecomercio, en lo que hay que trabajar, de lo que hay que ocuparse es de lograr el incremento de la producción nacional, la eficiencia en la distribución y la erradicación de los controles de cambio y de precios. Eso será lo que reactivará la economía del país. Además, generará las esperadas y positivas consecuencias en beneficio de los consumidores, como de los propios comerciantes, en su esfuerzo compartido por hacer posible que cada día más familias venezolanas puedan satisfacer sus necesidades, sin los impedimentos actuales”.