Ronaldo se instaló en una concurrida calle peatonal del centro de Madrid e hizo varios trucos con el balón mientras invitaba a los transeúntes a jugar con él.
El deportista también pedía monedas en una caja que estaba marcada con el slogan de su nueva línea de productos: «LIVE LIFE LOUD».
Por cerca de una hora las personas tímidamente se acercaron y golpearon el balón un par de veces con la estrella del Real Madrid sin sospechar de quién se trataba.
Luego llegó Nicolás, un niño, y jugó por unos minutos con Ronaldo, quien después le preguntó cómo se llamaba y le firmó el balón. Ante la mirada de sorpresa del niño, el futbolista se quitó la peluca, la barba y los lentes.
Las personas en la calle aplaudieron al reconocer a Ronaldo y rápidamente sacaron sus celulares para tomarle fotos.