«Esa es la respuesta boliviana a nuestra invitación al diálogo, es decir, la amenaza de la expulsión a nuestro cónsul general en La Paz. Que la Corte de La Haya tome nota, y que el Papa tome nota: nuestro ofrecimiento de diálogo es respondido por una amenaza de expulsión de nuestro cónsul general», dijo Muñoz.
El canciller se refirió a otras declaraciones del presidente boliviano en las que este señalaba que «los periodistas chilenos serían espías, que Chile estaría detrás de las protestas de Potosí contra el Gobierno y ahora esto. Francamente todo tiene un límite».
«Quisiéramos llamar a una reflexión racional puesto que nosotros hemos tenido con Bolivia una actitud de respeto, de consideración. La cónsul general de Bolivia se reúne con quien desea con total libertad y nuestro cónsul en La Paz es un diplomático profesional y serio», sostuvo Muñoz.
A su juicio, «esto no es más que una parte de la campaña comunicacional mediática que ya conocemos, pero todas las cosas tienen un límite, agregando enfático que ante esta situación. Qué más se puede decir: nos vemos en La Haya».
Muñoz apuntó que el ofrecimiento público de Chile de restablecer relaciones con La Paz, además fue condicionado a que «Chile tiene que entregarle territorio soberano, segundo que tiene que ser en un máximo de cinco años y tercero que el Papa tiene que mediar».
«Ahora a esa respuesta se le agrega este último elemento que es una amenaza de expulsión, en el momento de que supuestamente se nos va a responder formalmente a nuestro planteamiento», recalcó.
Sobre las acusaciones de Morales respecto a que Chile busca aportar a la «inestabilidad política» a su gestión, Muñoz recordó que «en el 2008 cuando Bolivia vivió una grave crisis producto de una fuerte escalada opositora en la región conocida como Medialuna, fue la propia presidenta Michelle Bachelet quien como presidenta pro témpore de Unasur, impulsó una acción de la organización para facilitar el diálogo y lograr la estabilización del Gobierno del presidente Morales».
Finalmente, el canciller aseguró que el cónsul chileno ha hecho su trabajo «de manera seria y competente, reuniéndose con las autoridades de Gobierno y oposición», a la vez que añadió que «no tenemos ninguna intención de retirar a nuestro cónsul general de Bolivia».