Los divorciados que se vuelven a casar «forman parte siempre de la Iglesia» y no deben ser tratados como excomulgados, dijo este miércoles el papa Francisco, en vísperas del sínodo de octubre, que estará dedicado a la familia.
El sumo pontífice recordó que el divorcio contradice el sacramento cristiano, pero consideró que «es necesaria una fraterna y atenta acogida, en el amor y en la verdad, hacia los bautizados que establecieron una nueva relación tras el fracaso de un matrimonio sacramental».
Esas personas «no están excomulgadas, como algunos piensan: ellas forman parte siempre de la Iglesia», insistió Francisco durante su tradicional audiencia de este miércoles en la sala Pablo VI, provocando aplausos de los asistentes. La Iglesia, añadió, «siente el deber de discernir bien las situaciones, diferenciando entre quienes han sufrido la separación y quienes la han provocado».
A finales de junio, durante su última audiencia del miércoles antes del parón de julio, Jorge Bergoglio ya mostró su pragmatismo respecto al divorcio, considerando que, en ocasiones, es inevitable.
«Puede incluso ser moralmente necesario cuando se trata de proteger al esposo más frágil o a los niños de corta edad, de las heridas más graves causadas por la intimidación y la violencia, la humillación y la explotación, y también la indiferencia», explicó entonces. «¡La Iglesia no tiene las puertas cerradas a nadie!», afirmó el papa.
Vía AFP