Cuando 43 estudiantes desaparecieron en un polémico caso que atrajo la atención mundial a las luchas de México contra la violencia y la corrupción, lideró grupos de búsqueda tratando de encontrarlos.
Y cuando más familias en el estado presentaron informes de que sus seres queridos habían desaparecido, organizó búsquedas para ellos también.
El sábado por la noche, Miguel Ángel Jiménez Blanco fue encontrado muerto en el interior de un taxi de su propiedad, con dos heridas de bala, dijo la Fiscalía General del estado de Guerrero, en México. Las autoridades no han dicho si hay sospechosos del asesinato.
Jiménez fue un líder de la policía comunitaria en Guerrero y un fuerte crítico de los funcionarios locales, a los que acusa de ocultar la evidencia vinculada a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
La semana pasada, Jiménez dijo a CNNMéxico que más de 100 cuerpos habían sido encontrados en fosas clandestinas en la zona desde octubre, denunciando lo que llamó un deterioro de la seguridad.
Dijo que había empezado recientemente conduciendo un taxi para llegar a fin de mes. Después de años de trabajo para limpiar las calles, dijo que estaba una vez más preocupado por la seguridad.
«Lo dejamos limpia y ahora de nuevo hay gente mala aquí, pero tenemos que hacer algo, porque no puedo dejar esto a mis hijos», dijo a CNNMéxico. «Si algo le sucede a uno de mis hijos nunca me perdonaré a mí mismo.»
De Xaltianguis a Iguala: La lucha contra la inseguridad
La creación de las policías ciudadanas en Guerrero surgieron en 2013, primero en la región de la Costa Chica ante el incremento en los casos de asesinatos, robos y extorsiones por parte de grupos criminales.
En agosto de ese año, Jímenez Blanco impulsó la creación de un grupo de defensa en Xaltianguis —a 40 minutos del puerto turístico de Acapulco—, formado por 102 mujeres, en su mayoría madres de familia, que vigilaban el poblado.
Un año después se formó un segundo grupo de policías comunitarios en ese mismo territorio, pero que provocó una división: un grupo se quedó en la UPOEG, y el otro se sumó al Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero.
Tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, Jiménez Blanco y su equipo se sumaron a las acciones de búsqueda y conformaron el grupo Los otros desaparecidos, con casos de personas desaparecidas desde 2008.
El miércoles pasado, en entrevista con CNNMéxico, Jiménez Blanco informó que se ubicaron al menos 100 cadáveres en fosas clandestinas halladas entre octubre de 2014 y julio de 2015.
Su regreso a la comunidad de Xaltianguis también le provocaba miedo porque los grupos criminales habían retomado el control de la región, dijo.