Los empleados de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU vertieron, por accidente, más de 11 millones de litros de residuos líquidos de una antigua mina de oro en un río de Colorado (oeste), cambiando el color de las aguas al naranja.
El incidente ocurrió el 5 de agosto, cuando los empleados de la EPA, que estaban tratando de drenar y tratar el agua de la mina abandonada causaron el accidente y liberaron la mezcla tóxica que contiene, en particular metales pesados y arsénico, en un afluente del río Animas.
La EPA triplicó su primera estimación del volumen de líquidos contaminados vertidos, pasando de un millón de galones (unos 3,8 millones de litros) iniciales a tres millones.
Esa contaminación se hizo muy visible por su color naranja y se extiende por más de 160 kilómetros en el vecino estado de Nuevo México.
Las autoridades ofrecieron a los residentes equipos para poner a prueba la calidad del agua de sus pozos. La circulación para cualquier tipo de embarcación está cerrada en el río Animas, como medida de precaución, en tanto que la ciudad de Durango, de unos 17.500 habitantes, así como el condado circundante, declararon el estado de emergencia, según un comunicado conjunto.
AFP
Los empleados de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU vertieron, por accidente, más de 11 millones de litros de residuos líquidos de una antigua mina de oro en un río de Colorado (oeste), cambiando el color de las aguas al naranja.
El incidente ocurrió el 5 de agosto, cuando los empleados de la EPA, que estaban tratando de drenar y tratar el agua de la mina abandonada causaron el accidente y liberaron la mezcla tóxica que contiene, en particular metales pesados y arsénico, en un afluente del río Animas.
La EPA triplicó su primera estimación del volumen de líquidos contaminados vertidos, pasando de un millón de galones (unos 3,8 millones de litros) iniciales a tres millones.
Esa contaminación se hizo muy visible por su color naranja y se extiende por más de 160 kilómetros en el vecino estado de Nuevo México.
Las autoridades ofrecieron a los residentes equipos para poner a prueba la calidad del agua de sus pozos. La circulación para cualquier tipo de embarcación está cerrada en el río Animas, como medida de precaución, en tanto que la ciudad de Durango, de unos 17.500 habitantes, así como el condado circundante, declararon el estado de emergencia, según un comunicado conjunto.
AFP