Las náuseas suelen aparecer entre la cuarta y la sexta semana de embarazo y presentan una mayor incidencia y severidad entre las semanas 8 y 12. Más del 80% de las mujeres sufre de estos síntomas durante la gravidez.
Normalmente desaparecen antes de la semana 20, sin embargo, existen mujeres que durante los 9 meses padecen de náuseas y vómitos. Algunas tienen mayor predisposición a presentar estas molestias debido a factores nutricionales, alteraciones del sistema nervioso, entre otros.
Si bien no se conoce con exactitud las causas de estas alteraciones, se relacionan principalmente con factores hormonales, gastrointestinales y nutricionales. Las náuseas y vómitos durante el embarazo están vinculadas con varios estímulos entre los que podemos mencionar: gustativos, olfativos, hormonales, gástricos, intolerancia a los medicamentos y muchos otros. Cada mujer tiene una especial sensibilidad a uno u otro estímulo, es decir, lo que incomoda a una, puede no afectar a otra.
Buena combinación
Solo la combinación de piridoxina/doxilamina está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), como categoría A para el tratamiento de estos síntomas durante los 9 meses, incluyendo el primer trimestre del embarazo.
La doxilamina inhibe el reflejo del vómito e impide que inicie la orden motora para producirlo, controlándolo eficazmente. Por su parte, la piridoxina es utilizada para controlar el reflujo y las náuseas, vómitos e hiperacidez.
Piridoxina/Doxilama es la combinación con más estudios clínicos que demuestran eficacia y seguridad en el control de las náuseas y vómitos en el embarazo. Se ha evidenciado que las mujeres que padecen estas molestias, luego de seguir este tratamiento, han experimentado una disminución de 84% de estas dolencias.
Estos medicamentos deben usarse bajo estricta supervisión médica y su administración debe ser indicada por su obstetra de confianza.
Mejorar la calidad de vida
Buscar tratamientos para los vómitos y náuseas durante el embarazo contribuye a mejorar la calidad de vida de la nueva mamá y el bebé. No tratarlos puede conducir a la aparición de deshidratación, acidosis y desnutrición llevando a uncuadro clínico conocido con el nombre de hiperémesis gravídica (HG).
La hiperémesis es la forma más severa de las náuseas y vómitos en el embarazo, puede causar pérdida de peso, depresión, parto prematuro, entre otros. Se caracteriza por un cuadro de vómitos más frecuentes y persistentes, afecta del 2 al 3% de las mujeres encinta. La hiperémesis amerita hospitalización.
Cuidados en el hogar
Para prevenir y controlar las náuseas y los vómitos durante el embarazo, se pueden realizar algunas acciones no farmacológicas en casa, como por ejemplo: comer frecuentemente pequeñas cantidades de comida, evitar sabores y olores fuertes. Otras recomendaciones que suelen dar los especialistas es consumir galletas integrales, 15 minutos antes de levantarse de la cama.
No deben saltarse las comidas e ingerir cantidades suficientes de líquido durante el día, para evitar la deshidratación
Esta campaña es realizada por Letifem, la línea femenina de Laboratorios Leti, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la mujer venezolana durante el proceso de gestación de su bebé.