Un niño de 14 años murió y 19 más resultaron lesionados al inhalar una mezcla de polvo para apagar incendios y adhesivo en un colegio estatal de Bogotá, informaron este martes las autoridades.
“Veinte de los pacientes fueron afectados por la inhalación de una mezcla de polvo de extinguidor con algún pegante y otras sustancias que están siendo investigadas. Hay dos pacientes que fueron atendidos por ansiedad”, dijo a periodistas el secretario de Salud de Bogotá, Mauricio Bustamante.
El funcionario indicó que uno de los menores que resultaron intoxicados llegó sin signos vitales a un centro médico de la ciudad y “pese a que se le aplicaron todas las medidas de reanimación lamentablemente se constató su fallecimiento”.
“El resto de pacientes, que han ingresado a los hospitales el Tunal y Santa Clara, permanecen estables, no revisten una situación de peligro y en las próximas horas serán dados de alta y entregados a sus padres”, precisó Bustamante.
A los niños que permanecen en observación se les practicarán diversos exámenes “de acuerdo a un protocolo que existe para culminar la investigación”, agregó el funcionario.
Bustamante hizo un llamado a la tranquilidad de la comunidad educativa y pidió a los padres de familia y los medios de comunicación “advertirle a los niños que no se puede consumir ninguna sustancia por curiosidad o porque otros compañeros los inciten, pueden ser sustancias peligrosas que afecten su salud”.
Seguimiento
Según las primeras investigaciones los menores de edad manipularon los extintores de un aula del colegio público Marco Fidel Suárez para extraer el polvo químico de su interior y lo mezclaron con adhesivo para luego inhalarlo.
El secretario de Educación de Bogotá, Óscar Sánchez, manifestó que se activó el protocolo de acompañamiento especializado para los menores afectados y sus familias.
“Hay un equipo de orientación escolar con los niños en los hospitales y otro en el colegio para acompañar a las familias y la comunidad”, indicó el funcionario.
Sánchez agregó que las autoridades tratarán de establecer cuál era la intención de los estudiantes al inhalar la sustancia y si se trató de un hecho aislado “o son comportamientos que se están repitiendo entre los jóvenes de otros colegios de la ciudad para tomar las medidas del caso”.
La emergencia coincidió con la publicación de un informe de la Defensoría del Pueblo que este martes alertó sobre “serias irregularidades en el funcionamiento de los programas de alimentación escolar y asistencia a los niños, niñas y adolescentes” en 13 municipios de los departamentos de La Guajira, Atlántico (norte) y Chocó (oeste).
El pasado 31 de julio otros 400 menores de edad de una red de colegios privados de Bogotá resultaron intoxicados por el consumo de alimentos en descomposición, sin que se presentaran víctimas fatales.