1. Sentadillas: Este ejercicio imita el acto de sentarse y levantarse.
- Al bajar, flexiona las rodillas y saca el trasero, de manera que sientas el peso en los talones.
- Las rodillas siempre deben estar en línea recta con los talones, nunca por delante.
- Los pies deben estar paralelos y abiertos, igualando el ancho de los hombros.
- Puedes realizar de manera más sencilla este gesto apoyando tu espalda en una pared.
2. Zancadas: Este ejercicio te ayuda a mantener los glúteos tonificados.
- Separa los pies igualando el ancho de los hombros y lleva una pierna atrás. La de adelante quedará flexionada y la de atrás con el talón en alto.
- Apóyate en la pierna que está doblada o agarra unas pesas y comienza a subir y bajar. Recuerda que al bajar, la rodilla no puede estar por delante del tobillo, así que apóyate en la pierna de atrás.
- Mantén siempre las curvaturas naturales de la espalda.
3. Elevación de la pelvis:
- Tumbada boca arriba, con las rodillas semiflexionadas y apoyando los pies, eleva la pelvis.
- Realiza ese movimiento apoyándote únicamente en los omoplatos.
- Para mayor dificultad puedes estirar una pierna hacia arriba, en prolongación con el tronco.
4. Abductores I:
- Recuéstate sobre un costado de tu cuerpo.
- Mantén la cabeza apoyada sobre un brazo.
- El otro brazo lo mantienes estirado delante para mantener el equilibrio.
- Eleva la pierna superior hasta la altura de la cadera.
- La punta del pie debe mirar hacia el frente.
- Baja la pierna y luego repites el procedimiento.
5. Abductores II:
- Tumbada en el suelo de costado.
- La pierna que debería estar apoyada debes mantenerla estirada.
- La pierna de encima estará apoyada en el suelo por delante de la otra.
- La cabeza debe estar apoyada en uno de los brazos.
- Eleva la pierna todo lo posible y regresar a la posición inicial lentamente.
- Repite el procedimiento.
Realiza, al menos, cuatro series de repeticiones de cada uno de estos ejercicios para mantenerte en plena forma.