Personal del centro de salud, que depende de la Alcaldía de Sucre del estado Miranda, denuncia el paulatino deterioro del mismo, a consecuencia de la falta de insumos médicos, las fallas en la infraestructura hospitalaria y a la inseguridad reinante
La salud en Venezuela está en “fase terminal”, solo hace falta abrir cualquier periódico, sintonizar cualquier estación de radio o algún canal de televisión para leer, escuchar o ver las denuncias del deterioro de la infraestructura hospitalaria en diferentes partes del país.
Y la Gran Caracas no podía salir ilesa de esta coyuntura, más en especifico, el caso del Hospital Ana Francisca Pérez de León de Petare I, municipio Sucre: trabajadores y pacientes denuncian el deterioro del centro de salud.
“Aquí faltan todo tipo de medicamentos, no tenemos gasa, apenas nos distribuyen 6 inyectadoras diarias, cuando una sala de Emergencia puede fácilmente puede atender hasta 50 pacientes diarios”, dijo un médico del Pérez de León que no quiso ser identificado. “Eso ha llevado que los pacientes tengan que comprar hasta las inyectadoras”.
De igual modo, muestran su preocupación por la situación de inseguridad al interior del centro de salud y del mal estado en el que se encuentra la planta física de la misma.
Por tal motivo le hacen un llamado a las autoridades del Ministerio de Salud y la Alcaldía del Municipio Sucre, quien tiene la potestad de administrar el Pérez de León I, a que realice las inversiones necesarias y el mantenimiento que este necesita.
Por los suelos
En un recorrido realizado por un equipo de Diario La Voz por el Hospital Pérez de León se pudo constatar que en efecto hay un deterioro en la infraestructura del mismo, siendo el más sensible de ellos la avería del sistema de aire acondicionado.
“Por culpa de esto los pabellones de cirugía están clausurados, no se pueden hacer cirugías sin aire acondicionado”, dijo un trabajador del centro de salud. “Los ascensores tampoco funcionan y en general faltan los productos de limpieza para limpiar los pisos, un mismo debe poner de su bolsillo para que pasen un coleto con cloro en un área tan delicada como lo es la Emergencia”.
Esto ha llevado, a su vez que las camas de las alas de hospitalización del Pérez de León se encuentren casi vacías, a pocos metros de un cuarto donde se guardan decenas de instrumentos e instrumentos en mal estado.
De igual modo, los médicos y demás personal del centro asistencial ven con preocupación la falta de personal necesario para mantener en funcionamiento el lugar. “Desde la directiva del hospital nos dicen que no hay los recursos suficientes para contratar nuevo personal, muchos servicios están funcionando de forma intermitente”, dijo un trabajador del Pérez de León.
Inseguridad
“Aquí tenemos un serio problema con la inseguridad, aquí no tenemos a nadie que patrulle en la entrada o dentro del hospital”, dijo un camillero, quien prefirió no revelar su nombre. “Por eso no podemos atender pacientes, más allá de Emergencias pediátricas más tarde de las 9 de la noche: en enero un grupo de personas vinieron con un familiar herido y como no teníamos médico para atenderlo se ofuscaron y me atacaron, de no ser por una enfermera que se metió y pudo separarnos quién sabe que me hubiera pasado”.
Amenazas
Al hablar con diferentes médicos y personal del Pérez de León ellos piden el no revelar sus nombres ya que, según denuncian, sufren presiones por parte de la directiva del centro de salud: “hace poco un médico recién llegado hizo algunas denuncias sobre la situación del hospital, publicó en Twitter unas fotos y por eso lo botaron, sin decir más”, dijo un trabajador del lugar.
Luís Guillermo Valera
lvalera@diariolavoz.net