Con sus brazos y piernas extendidos en posición de vuelo, tumbado sobre su estómago en algo que se asemeja a un monopatín modificado, el niño de 9 años usa la impresionante fuerza de la parte superior de su cuerpo para ganar velocidad, impulsándose hacia atrás y hacia adelante por el suelo. Incluso usa una camiseta con el icónico logo del superhéroe estadounidense.
«Superman», dice con una sonrisa. «Él es tan genial».
Casi no se notan las piernas de JiaJia arrastrándose sin fuerzas detrás de él hasta que se impulsa para subir sobre la mesa y se sienta a comer.
Los padres de JiaJia lo abandonaron fuera de una clínica de fertilidad de China cuando tenía tan solo tres meses de edad. Una cirugía fallida de espina bífida lo dejó paralizado de la cintura para abajo. El procedimiento golpeó los nervios de su médula espinal, dejándolo sin función en la parte inferior del cuerpo.
Sin embargo, él ha aprendido a nadar, asiste a la escuela cuando puede, y cambia diligentemente sus propios pañales. JiaJia (que se pronuncia «Jah Jah») sueña en convertirse algún día en un oficial de policía.
«Él sólo quiere ser igual que los demás niños de su edad», dice Melody Zhang, directora asociada de Children’s Hope International en Beijing.
‘Si tengo padres, puedo tener una vida’
La agencia de adopciones ha estado tratando de ubicar a JiaJia con una familia durante la mayor parte de su vida. Él ha tocado los corazones de muchos miembros del personal y de los voluntarios en Alenah’s Home, una casa de acogida médica en la capital china que actualmente cuida de 23 niños chinos con discapacidades.
JiaJia es el niño más grande y el que ha permanecido durante más tiempo en la casa. Él cumple las funciones de un hermano mayor de facto para los otros niños… finge boxear, juega con carros de juguete e incluso canta con ellos.
Una vez, una familia prometió adoptar a JiaJia, pero luego se arrepintió. Él ha visto a muchos de sus amigos encontrar un hogar y luego mudarse.
«Fue sumamente difícil encontrar una familia para JiaJia. Hemos esperado durante nueve años», dice Zhang. «Él ha esperado durante nueve años».
A principios de este año una familia estadounidense inició los trámites para adoptar a JiaJia. Ellos supieron de él por medio de los miembros de la iglesia que adoptaron a su mejor amigo de la misma casa de acogida.
Pero la familia Wilson, del área de Kansas City, ha reunido solamente una fracción de los 36.000 dólares para los costos de adopción. Ellos tienen un blog y una página de Facebook a través de los que documentan el proceso de adopción.
Incluso si todo va bien, todavía pueden pasar meses antes de que JiaJia se una con su nueva familia en Missouri. Él se ha comunicado por medio de Skype con sus futuros padres, hermanas y abuelos, y dice que quiere estar con ellos «ahora mismo».
Esperar incluso tan solo unos meses más se siente como una eternidad para él. Él ha estado esperando una familia durante toda su vida.
«Él es un niño fuerte, resistente. Normalmente, no muestra sus emociones. Trata de ser un niño feliz», dice Zhang.
Pero el dolor es evidente en su voz cuando explica por qué quiere una familia.
«Si tuviera padres», dice. «Puedo vivir. Puedo tener una vida».
Entonces las lágrimas comienzan a correr por su rostro. En cuestión de segundos, yo también estoy llorando. Y también cada miembro de nuestro equipo. Nos sentamos juntos, llorando en silencio. Por un breve momento, entendemos el dolor de JiaJia.
Huérfanos minusválidos: cifras en ascenso
Es un dolor compartido por demasiados niños en la China moderna. La cantidad de niños abandonados ha disminuido de manera constante en la última década, pero las cifras continúan siendo inquietantemente altas. Hoy en día, casi todos los niños no deseados de China tienen discapacidades. Docenas de nuevos casos de niños abandonados se reportan cada día.
Algunos son más trágicos que otros. La semana pasada, una niña recién nacida fue rescatada de un baño público en Beijing, donde la policía la encontró metida boca abajo en la tubería del inodoro.
Los vecinos vieron salir a una mujer joven antes de oír el llanto de la niña. La recién nacida fue atendida en el hospital, y una fuente policial no autorizada para hablar con los medios de comunicación le dijo a CNN que la niña fue llevada a un orfanato estatal.
En mayo, la policía rescató a un bebé con labio leporino que estuvo enterrado en un área deshabitada durante 10 días en la provincia de Guangxi, al sur de China.
Y en mayo de 2013, un niño recién nacido fue encontrado con vida en el interior de la tubería de un inodoro en Jinhua. Fue dado de alta de un hospital y sus abuelos maternos se lo llevaron a casa. Su madre soltera, de 22 años de edad, le dijo a la policía que fue un accidente y no se presentaron cargos.
En los últimos cinco años, el gobierno chino ha abierto docenas de «escotillas para bebés» –pequeñas habitaciones separadas, al lado de los orfanatos, y equipadas con cunas, incubadoras y aire acondicionado– con el fin de ayudar a los padres a abandonar a sus bebés de forma segura en lugar de abandonarlos en las calles, o algo peor.
Una escotilla para bebé en la provincia oriental china de Shandong informó el año pasado que había recibido 106 niños –todos con discapacidades o condiciones médicas– en los primeros 11 días luego de que fuera abierta.
«Las políticas de bienestar de los niños no están completas en China», dice Wang Zhenyao, Decano del Instituto de Investigación de Filantropía de China. «Además, hay demasiadas lagunas en nuestras políticas humanitarias».
El Instituto de Investigación de Filantropía de China, el cual trabaja con UNICEF para llevar a cabo el Informe de Política de Bienestar Infantil anual de China, escribió en un boletín de noticias del 2014 que la cantidad de huérfanos discapacitados ha crecido de 30.000 a 50.000 cada año. El instituto dice que hay 878 organizaciones financiadas con fondos no gubernamentales que cuidan de niños huérfanos y abandonados.
El gobierno chino ha dicho que hay unos 600.000 huérfanos en todo el país. Otros grupos colocaban la cifra a nivel nacional en casi un millón de huérfanos.
Los orfanatos chinos y casas de acogida ya no están llenas de niñas sanas, como lo estuvieron en el apogeo de la política de «un hijo». Las leyes relajadas permiten que los padres paguen multas por los hijos adicionales y las perspectivas sociales patriarcales tradicionales están cambiando lentamente.
«El abandono de bebés ocurría con frecuencia antes, y la situación era mucho más complicada hace varios años debido a la política del hijo único, la cuestión de género y las malas condiciones de vida en China», dice Wang. «Hoy en día, los problemas graves de salud serían la principal razón por la que los niños están siendo abandonados por los padres».
A pesar del rápido crecimiento económico, los expertos en bienestar dicen que la segunda mayor economía del mundo carece de una adecuada red de seguridad social… lo que da como resultado cientos de miles de huérfanos que legalmente se convierten en niños «inadoptables» después de los 14 años.
‘Ellos no se merecen este tipo de vida’
Estoy conmovido por la abrumadora cantidad de historias trágicas que encontramos dentro de una de las muchas casas de acogida en China.
Talvez la historia más trágica fue la de una chica que nunca tendré la oportunidad de conocer. Yuanyu era una hermosa bebé de 18 meses con una dulce sonrisa y parálisis cerebral severa. Nunca pesó más de 10 libras. Yuanyu murió hace dos semanas.
«Ahora sabemos que ella está en un lugar mejor», dice Christina Weaver, una misionera canadiense de 17 años que trabaja como voluntaria en el Alenah’s Home.
La foto de Yuanyu se añadirá a una pared cercana a la parte trasera de la casa de acogida en la que se ven los retratos de los niños que han muerto a lo largo de los años. Al ver las fotos, puedes escuchar a los otros niños jugando. Me pregunto si encontrarán familias que los amen antes de que sea demasiado tarde.
«Todos ellos necesitan amor. Todos ellos merecen amor», dice Weaver. «Ellos no se merecen este tipo de vida».