El criollo Jesús Montero avanza a pasos agigantados en su aprendizaje para convertirse en inicialista de grandes ligas
Jesús Montero da la impresión de usar la palabra «rutina» cada vez que habla.
Desde los entrenamientos, dicha rutina – la cual incluye levantar pesas, batear en las jaulas y trabajar con el coach del cuadro interior de los Marineros, Chris Woodward – ha sido tan importante para el venezolano como velar por su familia.
«Tienes que cuidar a toda la familia; aquí es como si fuese lo mismo», dijo Montero. «Dados los problemas que he tenido en los últimos años, he tratado de buscar la manera de que las cosas me vayan mejor. [Esta rutina] me ha dado resultados, así que trato de seguirla todos los días».
Montero disfruta ahora de un giro positivo luego de dos años bien difíciles. En el 2013, fue suspendido por 50 juegos a raíz del caso Biogénesis. En el 2014, se reportó a los entrenamientos con 40 libras de más.
«Ahí fue cuando comenzó a dedicarse a lo que está haciendo ahora», dijo Woodward. «No me sorprende, porque trabajamos a diario en los entrenamientos. Pero fue antes de eso que tomó la decisión de luchar».
Montero rebajó 45 libras antes de presentarse a los entrenamientos este año y llegó a las instalaciones de los Marineros preparado físicamente para aprender a defender la primera base como. Ahora, dos semanas después de que Seattle lo convocara desde Triple-A Tacoma, su empeño es evidente.
Woodward considera que Montero puede mejorar en cuanto al movimiento lateral y la habilidad para «leer» la bola se refieren, pero al oriundo de Guacara se le ha quitado el miedo en la primera base. Confía más en sus manos y ataca las bolas en lugar de tratar de bloquearlas como lo haría un receptor.
Montero también está demostrando mejores instintos a la hora de atrapar elevados en territorio foul.
«Me tomó tiempo adaptarme», dijo Montero acerca de la inicial. «En Tacoma, disputé casi todos los partidos en la primera base. Simplemente estoy trabajando en el juego de pies, en cómo me muevo y en cómo anticipo cada jugada».
Montero, quien se trasladó de la receptoría a la inicial luego de sufrir un desgarre en la rodilla izquierda en el 2013, dijo que desarrollar una «memoria muscular» en la inicial ha sido gran parte de su rutina. Aún está perfeccionando los tiros a la segunda base, los tiros por debajo del brazo a los pitchers y su movimiento al manejar piconazos.
Montero también parece haber recuperado algo de su habilidad para descifrar el pitcheo de Grandes Ligas. Luego de encabezar la Liga de la Costa del Pacífico en promedio esta temporada, batea .289 en 16 compromisos por el equipo grande.
El domingo, Montero conectó un jonrón de dos rayas contra Colby Lewis de los Rangers para poner arriba a Seattle en ruta a un triunfo por 4-2. Montero ha estado en busca de momentos como ése desde que fue adquirido por Seattle en el 2012. Le gustaría que dichos momentos también se convirtieran en rutina.
«Quiero demostrarles que soy capaz de batear. Definitivamente no quiero que me vuelvan a [enviar a ligas menores]», dijo Montero. «Simplemente estoy tratando de hacer lo mejor que pueda aquí. No es fácil, pero sí divertido».
Rondón gana terreno
El manager Brad Ausmus parece estar abierto a la idea de colocar al relevista Bruce Rondón en la mayoría de las ocasiones de salvar que se presenten para los Tigres de Detroit, en lo que resta de temporada.
Sin incluir la jornada de ayer, Rondón se había apuntado dos rescates desde el sábado, durante la ausencia de Álex Wilson, que ha estado lidiando con fatiga en el brazo derecho.
“De la manera como Rondón está lanzando, pudiera terminar dándole más oportunidades”, dijo el estratega al diario Free Press. “Eso no significa que sean todas. Obviamente, necesitará días de descanso, entonces Wilson tendrá su chance”.
Rondón llegó a ser considerado el cerrador del futuro de la organización, antes que perdiera toda la campaña de 2014 como consecuencia de una cirugía Tommy John.
Pero el derecho ha permitido apenas un hit y concedido un boleto en sus últimos 5.2 innings de actuación, con ocho ponches, y el martes dijo que llegó al punto en el que olvidó las preocupaciones sobre el brazo y que ha comenzado a ganar confianza con cada salida.
Wilson exhibe 1.72 de efectividad, en 42 desafíos, con 33 abanicados en 57.2 capítulos.
“El hombro es un asunto que ha jugado un papel importante, pero lanzará al final de los partidos, tal vez en el noveno, quizás en el octavo”, puntualizó Ausmus.
Los números globales de Rondón (5.60 PCL y 1.36 de WHIP) no son atractivos, pero en 21 salidas acumula 26 guillotinados en 17.2 innings y cada vez luce mejor en el montículo.
Andrew Erickson
mlb.com