Alrededor de 70.000 inmigrantes sirios se encuentran en la ciudad portuaria de Izmir, en el este de Turquía, país que ha acogido al mayor número de refugiados de la nación del Medio Oriente desde que se desató la guerra a inicios de 2011, unos 2,5 millones de personas.
Ese lugar se ha convertido en un centro del tráfico humano.