Recibió 16 puñaladas al grito de «¡Salgan demonios!».
Esa fue según reportes la razón de la muerte de E’Dena Hines, nieta la primera mujer de Morgan Freeman, Jeanette Adair Bradshaw y a quien el actor estadounidense consideraba como propia.
Hines, de 33 años, fue hallada gravemente herida fuera del apartamento en el que vivía, en la calle West 162, en Washington Heights, Manhattan, Nueva York (Estados Unidos), hacia las 3 de la madrugada del domingo.
La policía también encontró en la escena a Lamar Davenport, un aspirante a rapero de 30 años con el que al parecer salía la víctima.
De acuerdo al diario local New York Post, los agentes llegaron al lugar después de que un vecino, identificado como George Hudacko, llamara al 911, el teléfono de emergencias.
«Hacía mucho ruido, gritaba»
Hudacko, quien al parecer presenció el ataque a Hines desde la ventana de un tercer piso, explicó al New York Post que Davenport gritó «¡Salgan demonios! ¡Yo les expulso, en el nombre de Jesucristo!» mientras acuchillaba a la víctima.
«La chica estaba haciendo mucho ruido, gritaba», declaró el testigo. «Llamé al 911. Rogué para que vinieran».
Hines fue trasladada al hospital Harlem, donde fue declarada muerta.
Davenport fue puesto bajo custodia de la policía, aunque todavía no se han presentado cargos contra él.
Según la prensa local está siendo sometido a pruebas psicológicas.
Al conocer la noticia de la muerte de su nieta, Freeman hizo público un comunicado.
«El mundo nunca conocerá su arte y su talento, y cuánto tenía para ofrecer», reza.
«Arte y talento»
«Sus amigos y familiares tuvimos la suerte de conocer su valor como persona. Su estrella seguirá brillando en nuestros corazones, pensamientos y oraciones. Que descanse en paz».
Hines había estudiado actuación y trabajaba con jóvenes.
En 2009 un tabloide de EE.UU. publicó un artículo que aseguraba que Freman y Hines planeaban casarse.
La estrella de Hollywood no tardó en desmentirlo, tachando el rumor como «invenciones difamatorias del tabloide para vender periódicos».
Su nieta también salió al paso: «Estas historias sobre mí y mi abuelo no sólo son falsas, sino que también son muy dañinas para mí y mi familia».
Seis años después ha fallecido en circunstancias que la policía aún está tratando de esclarecer.