Ellas son parte de los 96 estudiantes que se graduarán el viernes del programa de entrenamiento intensivo en Fort Benning, Georgia.
Este fue el primer año en que el ejército abrió el curso para las mujeres a modo de prueba.
«Este curso ha comprobado que cada soldado, sin tener en cuenta su género, puede lograr todo su potencial», dijo el Secretario de la Armada, John M. McHugh, en una declaración.
Pero no está claro qué les espera a las mujeres graduadas.
A diferencia de los hombres graduados, las dos mujeres no pueden solicitar unirse al Regimiento Ranger No. 75, una fuerza élite de operaciones especiales.
Se espera que hasta finales de este año el Pentágono tome las decisiones definitivas respecto a cuáles exactamente serán las funciones de combate que se les permitirá cumplir a las mujeres.
Entrenamiento extenuante
El Pentágono describe la Escuela Ranger como «el curso principal de liderazgo en combate del Ejército que les enseña a los estudiantes Ranger cómo superar la fatiga, el hambre y el estrés para dirigir soldados durante operaciones de combate de unidades pequeñas».
La clase actual empezó en abril con 381 hombres y 19 mujeres. Los estudiantes se vieron forzados a entrenar con la alimentación mínima y poco sueño, y tuvieron que aprender cómo actuar en los bosques, montañas y pantanos.
Los estudiantes también tuvieron que someterse a una prueba de aptitud física que incluía 49 lagartijas, 59 sentadillas, una carrera de un poco más de 8 km en 40 minutos, 6 dominadas en barra, una prueba de natación, una prueba de navegación terrestre, una marcha de un poco más de 19 km en tres horas, varios recorridos de obstáculos, 4 días de montañismo militar, tres saltos de paracaídas, cuatro asaltos aéreos en helicópteros y 27 días en patrullas de combate de prueba.
Para cuando terminó el curso de 62 días, tan solo 94 hombres y dos mujeres habían cumplido con todos los requisitos.
El Pentágono no mencionó los nombres de los soldados que se graduarán el viernes.