El senador y precandidato presidencial estadounidense Marco Rubio dijo hoy que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es un «payaso corrupto» después de que el mandatario publicara un video en el que se acusa al legislador y a la también congresista Ileana Ros-Lehtinen de financiar las protestas de 2014.
«Nicolás Maduro dijo que (el fallecido presidente venezolano) Hugo Chávez le visitó una vez reencarnado en un pájaro, y esto suena como que está teniendo otro episodio similar», afirmó hoy Rubio en una declaración remitida a Efe.
«Nicolás Maduro es un payaso corrupto, y el pueblo venezolano merece algo mejor que la represión, la mala gestión económica y los abusos de derechos humanos que están sufriendo por parte de sus actuales líderes corruptos», añadió el legislador de origen cubano.
Rubio se pronunció en este sentido después de que Maduro publicara un video en el que un opositor venezolano asegura haber recibido, a través de intermediarios, dinero del senador por Florida para financiar las protestas de 2014.
José Rafael Pérez Venta, que en el video dice haber pertenecido a los opositores partidos Voluntad Popular (VP) y Alianza Bravo Pueblo, sostiene que tanto Rubio como Ros-Lehtinen, ambos republicanos, le hicieron llegar dinero a través de una persona llamada Betti Grossi, monto que no especifica.
Tanto Rubio, hijo de un humilde matrimonio cubano que emigró antes de la Revolución, como Ros-Lehtinen, que nació en La Habana y llegó con sus padres a EE.UU. cuando tenia siete años, son férreos opositores de los Gobiernos venezolano y cubano.
«Esta alegación falsa de Maduro es otro intento para preparar una distracción de sus lamentables políticas que han causado escasez de comida, alto desempleo, un proceso electoral fraudulento y una crisis económica», consideró Ros-Lehtinen hoy en un comunicado.
«El pueblo de Venezuela sabe que la responsabilidad por estas dificultades no es de ningún elemento externo, sino que la responsabilidad recae directamente sobre los hombros de Maduro y su régimen corrupto», agregó Ros-Lehtinen. EFE