La Directora de Belleza de Vogue México y Latinoamérica nos da detalles de esta tendencia que noas hace brillar…
¿Quién no se ha dejado seducir por el poder del oro, del platino? ¡Nadie! Ana Hughes-Freund estará de invitada este lunes en The Fabulist y no querrás perdértelo.
Aquí un adelanto de todo lo que compartirá con Olivia Palermo y Mónica Fonseca.
El brillo y sus destellos de ostentosidad regresan marcando fuerza en una temporada que vuelve la vista a los años 70. La fiebre disco, el boho chic, la tendencia country están en primera fila este otoño. Un período en el que confluyeron algunas de las tendencias más repetidas, versionadas y copiadas de la historia.
La pasarela nos proporciona 1.001 ideas diferente en looks 70′s (actualizados) que atesora iconos –desde Brigitte Bardot a Bianca Jagger–, cuero, pantalones campana, flecos, abrigos de piel, sombreros cowboy y botas altas. Todo ello aderezado con un poco de rock. Desde Studio 54 hasta el exceso ochentero, el look futurista de los años 90, y el regreso a la época art decó que marcó la primera década del siglo XXI hasta hoy, los metálicos han demostrado su poder de permanencia.
No hay quién les quite el trono. Y, no pudiera ser de otro modo. Hablamos del metal de la realeza, de los tonos que iluminan un podio, y hablamos de riqueza. Visten desde zapatos, enamorada de los coquetos Mary Jane de Miu Miu, hasta las chaquetas y los abrigos donde Louis Vuitton toma el relevo como alumno aventajado en la clase de los metalizados seguida por Nina Ricci, Alice Olivia, Saint Laurent y Prada, o en bordados sobre vestidos pasteles vistos en Dolce & Gabbana y Christian Dior, y por supuesto, sus incrustaciones han llegado hasta vestir los párpados.
El maquillaje como la moda se ha rendido a sus encantos. Imposible resistirse al poder magnético de una mirada cargada a golpe de brillo. Lo mejor está en sus fórmulas. El avance en materia de maquillaje incorporando micropartículas metalizadas en sombras nude ha ido en ascenso. Ahora, desde el look más casual en tono melocotón o tierra hasta el más intenso azul fumé, la sombra metalizada no recarga el párpado. Lo viste y seduce como nunca antes. No se trata de purpurina sino de una exquisita textura que imita el efecto satinado y la suntuosidad del terciopelo y cubre la mirada con toques de brillo muy sensual. En la categoría de tratamientos, los metales se utilizan para frenar los brotes de acné gracias a su poder antiinflamatorio y antibacteriano. Calmar rojeces y revitalizar pieles fatigadas es otra de las propiedades del metal. Las terapias a base de oro en cremas y tratamientos no son pura fantasía.
¿Quién no conserva en su retina la imagen del cadáver totalmente envuelto en una sutil capa de oro de una de las chicas Bond de Goldfinger? Villanos del agente 007 aparte, los beneficios del oro por ejemplo incluyen suavidad, revitalización, tersura y un sutil velo dorado que ilumina la piel de pies a cabeza. En cambio, la hermana menor del oro, la plata tiene poderes tan encomiables o más que el dorado metal. Su uso en cosmética es algo así como un escudo protector que refuerza las defensas naturales de la epidermis.
Imposible dejar atrás al tercero del pódium en cuestión de metalizados. “El bronce siempre estará ahí”, me comentaba hace un par de meses la maquilladora y asesora artística de maquillaje de Yves Saint Laurent, Lloyd Simmons durante la presentación internacional del nuevo colorido de la firma en París. Este es un tono genérico, universal y muy favorecedor, y que jamás pasa de moda. Y es que si tomamos a las pasarelas como referente, realmente los maquillajes en tono de sol no se pueden considerar una tendencia estrella como tal. Claro que, como bien dice Simmons: “Una cosa es la pasarela y otra la calle”. Y es que cada vez vemos más pieles más claras y menos blush: los ojos y la boca son los nuevos reyes. El bronce, tono estrella indiscutible de los polvos compactos es un must insustituible cuando se trata de dorar las mejillas y de conferir al rostro el más puro estilo beach girl. Su mejor mapa de aplicación? Recorrer con él pómulos, puente de la nariz, frente y barbilla. En cualquier caso este no es el único territorio de los metálicos. Las sombras metalizadas con derivaciones bronce son idóneas para sofisticar cualquier look nocturno (perfectas para profundizar iris pardos o verdes), y la máscara café un básico (para algunas más) que el negro. ¡No podemos estar más de acuerdo!
No te pierdas The Fabulist este lunes.
La Directora de Belleza de Vogue México y Latinoamérica nos da detalles de esta tendencia que noas hace brillar…
¿Quién no se ha dejado seducir por el poder del oro, del platino? ¡Nadie! Ana Hughes-Freund estará de invitada este lunes en The Fabulist y no querrás perdértelo.
Aquí un adelanto de todo lo que compartirá con Olivia Palermo y Mónica Fonseca.
El brillo y sus destellos de ostentosidad regresan marcando fuerza en una temporada que vuelve la vista a los años 70. La fiebre disco, el boho chic, la tendencia country están en primera fila este otoño. Un período en el que confluyeron algunas de las tendencias más repetidas, versionadas y copiadas de la historia.
La pasarela nos proporciona 1.001 ideas diferente en looks 70′s (actualizados) que atesora iconos –desde Brigitte Bardot a Bianca Jagger–, cuero, pantalones campana, flecos, abrigos de piel, sombreros cowboy y botas altas. Todo ello aderezado con un poco de rock. Desde Studio 54 hasta el exceso ochentero, el look futurista de los años 90, y el regreso a la época art decó que marcó la primera década del siglo XXI hasta hoy, los metálicos han demostrado su poder de permanencia.
No hay quién les quite el trono. Y, no pudiera ser de otro modo. Hablamos del metal de la realeza, de los tonos que iluminan un podio, y hablamos de riqueza. Visten desde zapatos, enamorada de los coquetos Mary Jane de Miu Miu, hasta las chaquetas y los abrigos donde Louis Vuitton toma el relevo como alumno aventajado en la clase de los metalizados seguida por Nina Ricci, Alice Olivia, Saint Laurent y Prada, o en bordados sobre vestidos pasteles vistos en Dolce & Gabbana y Christian Dior, y por supuesto, sus incrustaciones han llegado hasta vestir los párpados.
El maquillaje como la moda se ha rendido a sus encantos. Imposible resistirse al poder magnético de una mirada cargada a golpe de brillo. Lo mejor está en sus fórmulas. El avance en materia de maquillaje incorporando micropartículas metalizadas en sombras nude ha ido en ascenso. Ahora, desde el look más casual en tono melocotón o tierra hasta el más intenso azul fumé, la sombra metalizada no recarga el párpado. Lo viste y seduce como nunca antes. No se trata de purpurina sino de una exquisita textura que imita el efecto satinado y la suntuosidad del terciopelo y cubre la mirada con toques de brillo muy sensual. En la categoría de tratamientos, los metales se utilizan para frenar los brotes de acné gracias a su poder antiinflamatorio y antibacteriano. Calmar rojeces y revitalizar pieles fatigadas es otra de las propiedades del metal. Las terapias a base de oro en cremas y tratamientos no son pura fantasía.
¿Quién no conserva en su retina la imagen del cadáver totalmente envuelto en una sutil capa de oro de una de las chicas Bond de Goldfinger? Villanos del agente 007 aparte, los beneficios del oro por ejemplo incluyen suavidad, revitalización, tersura y un sutil velo dorado que ilumina la piel de pies a cabeza. En cambio, la hermana menor del oro, la plata tiene poderes tan encomiables o más que el dorado metal. Su uso en cosmética es algo así como un escudo protector que refuerza las defensas naturales de la epidermis.
Imposible dejar atrás al tercero del pódium en cuestión de metalizados. “El bronce siempre estará ahí”, me comentaba hace un par de meses la maquilladora y asesora artística de maquillaje de Yves Saint Laurent, Lloyd Simmons durante la presentación internacional del nuevo colorido de la firma en París. Este es un tono genérico, universal y muy favorecedor, y que jamás pasa de moda. Y es que si tomamos a las pasarelas como referente, realmente los maquillajes en tono de sol no se pueden considerar una tendencia estrella como tal. Claro que, como bien dice Simmons: “Una cosa es la pasarela y otra la calle”. Y es que cada vez vemos más pieles más claras y menos blush: los ojos y la boca son los nuevos reyes. El bronce, tono estrella indiscutible de los polvos compactos es un must insustituible cuando se trata de dorar las mejillas y de conferir al rostro el más puro estilo beach girl. Su mejor mapa de aplicación? Recorrer con él pómulos, puente de la nariz, frente y barbilla. En cualquier caso este no es el único territorio de los metálicos. Las sombras metalizadas con derivaciones bronce son idóneas para sofisticar cualquier look nocturno (perfectas para profundizar iris pardos o verdes), y la máscara café un básico (para algunas más) que el negro. ¡No podemos estar más de acuerdo!
No te pierdas The Fabulist este lunes.