El presidente de Guatemala, Otto Pérez, afirmó el domingo que seguirá en el poder a pesar del clamor popular que pedía su renuncia por una investigación que lo coloca como el cabecilla de una banda de defraudación aduanera.
«Les afirmo que no renunciaré y que con toda entereza enfrentaré y me sujetaré a los procesos que en ley correspondan», afirmó Pérez en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión.
Tras la emisión, un centenar de los llamados «indignados» se apostaron frente a la Casa Presidencial con velas encendidas para celebrar la posible dimisión, observó un fotógrafo de AFP. «Debe de renunciar, ya estamos cansados y el presidente debe de entender que el pueblo ya no lo quiere», dijo a AFP una mujer que formaba parte de este grupo de manifestantes.
La declaración pública la hizo después de que el pasado viernes la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad en el país lo acusaran de encabezar una estructura de defraudación aduanera junto a su exvicepresidenta Roxana Baldetti.
Baldetti, que había renunciado en mayo, fue detenida el viernes en un hospital privado donde estaba internada y recluida en un cuartel militar de la capital acondicionado parcialmente como prisión para reos de alto impacto.
AFP