Quiere ganar consistencia!!!

Rodríguez es visto como un lanzador que puede encabezar una rotación de abridores
Rodríguez es visto como un lanzador que puede encabezar una rotación de abridores

El zurdo venezolano Eduardo Rodríguez trabaja fuerte para ser un pitcher más consistente en la rotación de los Medias Rojas de Boston

En su primera noche con los Medias Rojas, el presidente de operaciones de béisbol Dave Dombrowski le llamó por teléfono al manager John Farrell para ponerse al tanto de su estado de salud. Mientras esa conversación transcurría, el novato Eduardo Rodríguez subió a la loma en el Fenway Park, donde mostró un gran temple y se mantuvo en control.
El zurdo venezolano se dirigía a completar ocho entradas con solamente una carrera permitida en contra de los Indios -quizás su apertura más dominante como ligamayorista hasta ahora- y rápidamente llamó la atención del flamante nuevo ejecutivo de beisbol de Boston, cuya prioridad el próximo invierno será mejorar el cuerpo de lanzadores.
«Genial, parece que vamos a ganar muchos partidos si enviamos a Rodríguez a la loma en los 162 (juegos)», le dijo Dombrowski a Farrell. «Por ningún motivo quiero minimizar lo hecho por los demás pitchers, pero este muchacho tiene la oportunidad de convertirse en un líder de la rotación».
Que uno de los evaluadores de talento más aclamados del beisbol elogie a Rodríguez por iniciativa propia indica lo vital que el zurdo podría ser para el futuro del pitcheo en Boston. Pero tan brillante como luce su futuro, una serie de malas presentaciones han generado dudas sobre la consistencia del venezolano en su primera temporada en la Gran Carpa.
En 12 de sus 16 aperturas, Rodríguez ha registrado un promedio de efectividad de 1.75 y 61 ponches por 20 bases por bolas. Las otras cuatro salidas del zurdo de 22 años de edad duraron todas cinco o menos entradas, y en ellas permitió seis, siete, ocho y nueve carreras.
Las aperturas de Rodríguez no tienen medias tintas, o son brillantes o bien cortas debido al castigo de la ofensiva rival. Entonces, ¿por qué le es tan difícil encontrar un punto medio a sus actuaciones? Kevin Boles, quien supervisó el desarrollo en ligas menores del venezolano como su manager en Triple-A Pawtucket, ofreció una explicación.
Rodríguez tiene tres pitcheos: una recta que lanza el 65 por ciento de las veces, un cambio de velocidad y un slider que el zurdo acaba de incorporar a su arsenal esta campaña. Con tanta dependencia en su recta, el resultado ha sido una línea ofensiva de .320/.365/.536 por parte de los bateadores rivales en sus segundos viajes al plato.
El slider, en particular, ha sido conectado para extrabases.
«Para poder controlar a un lineup de Grandes Ligas tres o cuatro veces por juego, debes tener un buen repertorio», indicó Boles. «No puedes depender en sólo dos lanzamientos. Y por ello creo que la incorporación de ese slider se dio en muy corto tiempo, pero a la vez ha sido efectivo. Cuando logre mezclar esos tres pitcheos, cuando los use con consistencia, tendrá la oportunidad de ser un lanzador especial».
El sábado, el lanzador seis veces convocado al Juego de Estrellas Curt Schilling ofreció su propio análisis de Rodríguez mientras asistía a un seminario de Sabermetría, destacando que el tamaño de sus manos debería permitirle al venezolano desarrollar más movimiento en sus lanzamientos rompientes.
Otro factor en juego en la inconsistencia de Rodríguez es la gran diferencia de talento entre Triple-A y las Mayores.
«Algunas veces sé lo que los bateadores quieren, los pitcheos que están esperando», manifestó Rodríguez. «Es por eso que trato de hacer otros lanzamientos, trato de no hacer el pitcheo que ellos están esperando».
Lo cierto es que el éxito llegó muy rápido para Rodríguez gracias a su talento natural. Mientras el venezolano continúe acumulando más tiempo de servicio en Grandes Ligas, utilizando lo que el manager interino de los Medias Rojas, Torey Lovullo, llamó «momentos de aprendizaje» para afinar sus habilidades en situaciones de juego, los Medias Rojas esperan que eso se traduzca en aperturas más balanceadas en 2015 y en el futuro.
«Algunas veces tenemos que imponernos retos», afirmó Rodríguez. «Hay que aceptarlos».

Otro título de bateo
Antes de la jornada del martes, los Tigres estaban a 5 ½ juegos del segundo Comodín de la Liga Americana. Sin embargo, el venezolano Miguel Cabrera estaba a cuatro partidos de entrar en la lucha por el título de bateo del Joven Circuito y ganando terreno con cada encuentro. A estas alturas la próxima semana estaría cerca de apoderarse del liderato, lo que lo acercaría a su cuarto título de bateo en cinco años.
Tras batear de 5-2 en la derrota de Detroit en el primer juego de la serie ante Cincinnati, Cabrera tiene un promedio de .367, lo que lo coloca como líder en las Grandes Ligas por 32 puntos y en la Liga Americana por 47 si tuviera los suficientes turnos para calificar. Sus seis semanas en la lista de incapacitados por una dolencia en la pantorrilla izquierda no lo dejaron acumular los turnos necesarios para ser elegible. Un jugador necesita 502 turnos para calificar al fin de la campaña, que es lo único que importa, pero el recuperar su ritmo significa que el cañonero surgirá de nuevo en la tabla de líderes.
Antes de la acción del martes, Cabrera tenía 380 turnos en el año, si logra cuatro turnos por juego el resto de la semana, estaría elegible para el título el domingo.
Si Cabrera se adueña de la ventaja y la mantiene, se convertiría en el noveno jugador en la historia de Grandes Ligas en ganar al menos cuatro títulos de bateo en un trecho de cinco años. El inicialista se llevó tres consecutivos del 2011 al 2013 antes de que su promedio empeorara a .313 el año pasado.

Alec Shirkey
mlb.com

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