Carúpano anda conmocionado. En la pequeña ciudad del estado Sucre, el Cicpc capturó, la tarde de ayer, a dos adolescentes por estar involucrados en el homicidio de María Encarnación Brito de Salazar, una maestra de 47 años a quien apuñalaron en su casa. Uno de los menores detenidos es su hijo, de 16, reseñó Panorama.
Fuentes del Cicpc informaron que “el muchacho permitió que dos amigos, uno de 17, y Luis Emilio Liporachi Cordero, de 19 años, entraran a su casa a robar, en la noche del pasado martes 18 de agosto. Habían planificado llevarse el Chery X1 de la docente, dinero, prendas y una colección de armas del padre del menor, también docente, que no estaba en casa”.
La mujer estaba durmiendo, pero la alertaron los ruidos que escuchó. “Al sorprenderlos, los tres muchachos la amarraron, le colocaron una almohada en la cara y la apuñalaron en varias oportunidades. Huyeron en el Chery a San Félix, estado Bolívar, donde lo tenían negociado”, indicó el funcionario.
El muchacho dejó un ‘reguero de pistas’. Salió de su casa pasadas las 7:00 pm, con la encomienda de comprar un botellón de agua mineral. La madre se acostó a dormir, acostumbrada a las ausencias del joven. No la despertó su llegada, sino la muerte.
Carúpano anda conmocionado. En la pequeña ciudad del estado Sucre, el Cicpc capturó, la tarde de ayer, a dos adolescentes por estar involucrados en el homicidio de María Encarnación Brito de Salazar, una maestra de 47 años a quien apuñalaron en su casa. Uno de los menores detenidos es su hijo, de 16, reseñó Panorama.
Fuentes del Cicpc informaron que “el muchacho permitió que dos amigos, uno de 17, y Luis Emilio Liporachi Cordero, de 19 años, entraran a su casa a robar, en la noche del pasado martes 18 de agosto. Habían planificado llevarse el Chery X1 de la docente, dinero, prendas y una colección de armas del padre del menor, también docente, que no estaba en casa”.
La mujer estaba durmiendo, pero la alertaron los ruidos que escuchó. “Al sorprenderlos, los tres muchachos la amarraron, le colocaron una almohada en la cara y la apuñalaron en varias oportunidades. Huyeron en el Chery a San Félix, estado Bolívar, donde lo tenían negociado”, indicó el funcionario.
El muchacho dejó un ‘reguero de pistas’. Salió de su casa pasadas las 7:00 pm, con la encomienda de comprar un botellón de agua mineral. La madre se acostó a dormir, acostumbrada a las ausencias del joven. No la despertó su llegada, sino la muerte.