En un giro sorprendente, la Procuraduría General de la Nación pidió al presidente guatemalteco Otto Pérez Molina que presente su renuncia mientras miles de personas marcharon el jueves hacia el Palacio de Gobierno en medio de una huelga general que mantiene paralizado al país.
En un escueto comunicado difundido la noche del miércoles la Procuraduría, que representa jurídicamente al Estado, le solicitó al mandatario «presentar su renuncia al cargo con el fin de evitar la ingobernabilidad que traiga como consecuencia la inestabilidad de la nación».
La Procuraduría no es la única institución del Estado que ha dado un paso adelante al pedirle al presidente que renuncie. Algunas han ido más allá y se han sumado de manera activa al paro nacional.
La Contraloría General de Cuentas, el ente auditor de las cuentas del Estado, exhortó en un comunicado a que «en aras de mantener la paz social y ante las demandas de distintos sectores de la población, presente de manera inmediata su renuncia… para evitar mayores incidentes sociales» y autorizó a sus empleados a participar de la huelga.
Ambas instituciones se sumaron a la universidad pública que suspendió sus actividades y convocó a la que se espera sea la marcha principal del día, que partió desde sus instalaciones y llegará al Palacio de Gobierno donde confluirá con las convocadas por las universidades privadas, que tampoco abrieron sus puertas. Organizaciones campesinas del interior del país y diversos sindicatos también marchan junto a los estudiantes.
AP