El gobierno de Panamá mostró este domingo su preocupación por el cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia y la expulsión masiva de miles de colombianos ordenada por Caracas, al tiempo que se ofreció como mediador para buscar una solución a la crisis, informó una fuente oficial.
Panamá “aboga por el diálogo para encontrar una solución pacífica a las diferencias entre Colombia y Venezuela en materia fronteriza”, manifestó la canciller panameña Isabel De Saint Malo.
Según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, De Saint Malo conversó con sus homólogas en Colombia, María Ángela Holguín, y en Venezuela, Delcy Rodríguez, y puso a “Panamá a disposición para contribuir” en busca de una solución a la crisis.
“Es un tema muy serio y que preocupa a Panamá, principalmente por el bienestar de las personas afectadas”, señaló De Saint Malo.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos ordenados por el presidente venezolano Nicolás Maduro.
La orden se produjo tras un ataque a militares venezolanos, en medio de una operación anticontrabando en el fronterizo estado venezolano de Táchira y que el mandatario atribuyó a “paramilitares colombianos”.
La crisis aumentó con el estado de excepción decretado por Maduro el 21 de agosto y se profundizó aún más el jueves, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de derechos humanos de los damnificados.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera en la que ambos denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos muy subsidiados por el gobierno venezolano.
La crisis será tratada esta semana en Washington en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito (Ecuador).
Panamá “augura lo mejor para ambos países, en beneficio de sus ciudadanos y de la región latinoamericana”, concluyó De Saint Malo.
El gobierno de Panamá mostró este domingo su preocupación por el cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia y la expulsión masiva de miles de colombianos ordenada por Caracas, al tiempo que se ofreció como mediador para buscar una solución a la crisis, informó una fuente oficial.
Panamá “aboga por el diálogo para encontrar una solución pacífica a las diferencias entre Colombia y Venezuela en materia fronteriza”, manifestó la canciller panameña Isabel De Saint Malo.
Según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, De Saint Malo conversó con sus homólogas en Colombia, María Ángela Holguín, y en Venezuela, Delcy Rodríguez, y puso a “Panamá a disposición para contribuir” en busca de una solución a la crisis.
“Es un tema muy serio y que preocupa a Panamá, principalmente por el bienestar de las personas afectadas”, señaló De Saint Malo.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos ordenados por el presidente venezolano Nicolás Maduro.
La orden se produjo tras un ataque a militares venezolanos, en medio de una operación anticontrabando en el fronterizo estado venezolano de Táchira y que el mandatario atribuyó a “paramilitares colombianos”.
La crisis aumentó con el estado de excepción decretado por Maduro el 21 de agosto y se profundizó aún más el jueves, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de derechos humanos de los damnificados.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera en la que ambos denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos muy subsidiados por el gobierno venezolano.
La crisis será tratada esta semana en Washington en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito (Ecuador).
Panamá “augura lo mejor para ambos países, en beneficio de sus ciudadanos y de la región latinoamericana”, concluyó De Saint Malo.